Pensar que lo mejor que le pudo pasar a un niño de 4 años es su muerte, parece un pecado. Pero *Jorgito, era un niño que no fue feliz.
Jorgito era un niño maltratado, sufría abusos físicos y psicológicos. Su abuela materna dijo a la Policía que el año anterior (2020), puso una denuncia en contra de su hija y su pareja por golpear a Jorgito.
Nada pasó, Jorgito siguió viviendo en las tinieblas. Hasta que finalmente murió ayer, sábado 5 de junio de 2021.
El niño habría sido asesinado a golpes por su madre: Mayra Alexandra T., de 20 años y el novio de la madre: David Antonio R., de 31 años.
Marco Antonio Salazar, jefe de la Unidad de Investigación de Muertes Violentas de la Dinased de Tungurahua, confirmó que el caso es investigado por asesinato.
“Estamos indagando la causa de los maltratos, hasta el momento presumimos que ellos son las personas responsables del hecho”, dijo Salazar.
La autopsia reveló que Jorgito murió por un trauma abdominal, un golpe en el abdomen, le perforó el intestino. Además tenía muchos hematomas en su pequeño cuerpo.
La muerte
El niño vivía en una casa, en el sector de Huachi La Magdalena, barrio Los Ángeles, en la vía principal a Guaranda.
Ayer en la tarde, la madre llamó al ECU 911, para reportar que su hijo estaba muerto.
Dijo que hace días el niño tenía tos, vómito y fiebre. Y que ayer no quiso acompañarla al trabajo porque supuestamente le dolía la barriga.
La madre dijo que Jorgito se quedó dormido, que cuando ella regresó a las 15:00, lo encontró muerto.
Tal parece que todo era una mentira, cuando la Policía llegó a la casa, vio que el niño tenía varios golpes en el cuerpo.
A simple vista, la hipótesis apuntaba a que Jorgito fue maltratado. En la noche, la hipótesis se confirmó después de la autopsia.
La tarde de hoy, domingo 6 de junio de 2021, a las 15:00 se llevó a cabo la audiencia de flagrancia en contra de la pareja que serían los asesinos de Jorgito, un niño que no fue feliz. (APQ) (*Nombre protegido)
Otro caso
Niña murió maltratada en 2020
Este caso es el segundo registrado en Tungurahua, en donde un niño muere por maltrato infantil.
La noche del miércoles 22 de abril de 2020, una niña de 3 años fue llevada hasta el Hospital General Docente Ambato. Estaba muerta y su cuerpo cubierto de golpes.
El padrastro Jaime Israel T. y Wendy Michelle C., la madre, dijeron que la niña se cayó y por eso tenía heridas. También aseguraron que se ahogó comiendo una sandía.
Pero la autopsia determinó que la niña murió por: trauma cráneoencefálico, hemorragia interna y contusión cerebral ocasionadas por sacudidas repetidas.
La niña tenía el síndrome de niño maltratado es decir, que era golpeada con frecuencia y estaba desnutrida. Apenas articulaba palabras, era obligada a doblar la ropa y cuando no lo hacía la golpeaban en la cabeza.
El padrastro fue condenado a 22 años de cárcel por asesinato, pero el Tribunal de Garantías Penales consideró que las pruebas en contra de la madre eran insuficientes, declarándola inocente.
Hablan los especialistas
“El niño es el síntoma del adulto”
Oscar Pérez, psicólogo clínico aseguró que la violencia ejercida de padres a hijos, parte de la incapacidad del adulto de responder adecuadamente a una situación grave o sencilla de resolución de problemas y lo más fácil es anular al más indefenso, en este caso el niño.
“Se visibiliza los traumas del adulto, en por qué castiga de esta manera, en lugar de corregir y educar, con la excusa de la disciplina se violenta ejerciendo una relación de poder del más fuerte sobre el más débil”, dijo Pérez.
Además aseguró que el maltrato además de estar normalizado está normatizado, es decir que los adultos se basan en teorías que promueven el maltrato.
Maltrato son todas las circunstancias que generan malestar en el niño, en su autonomía, autoestima y sus condiciones propias a nivel cronológico.
“Si un sinónimo de ejercer disciplina es una nalgada, hay que cuestionarse si un golpe es un sinónimo de cuidado. Además, los niños son el síntoma del adulto, es decir reflejan sus traumas, temores e inconvenientes emocionales y a través del maltrato al menor intentan aliviar su angustia”, agregó el Psicólogo.
Pérez señala que una de las mejores formas de educación es la comunicación, escuchar a los niños y guiarles a través de la formación, paciencia y amor.
La pena privativa de la libertad en Ecuador por asesinato es de 22 a 26 años de prisión.