Reina de Ambato, lo que significa para la ciudad y quienes llevan la corona

Olga Eloísa Holguín, fue Reina de la novena edición de la FFF, en 1960.
Personaje. Olga Eloísa Holguín, fue Reina de la novena edición de la FFF, en 1960.

El sábado 19 de febrero Ambato eligió a su nueva soberana. Ana Isabel Cobo Vásquez porta la corona de la 71 edición de la Fiesta de la Fruta y las Flores (FFF).

La acompañan, en este año de gestión, Michelle Quinde como Señorita Gobierno Municipal y Camila Sanmiguel como Señorita Gobierno Provincial.

Las jóvenes cuentan con planes y proyectos encaminados a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.

Esta y otras particularidades, como evidencia la fortaleza de los ambateños por salir adelante luego de una tragedia como la del terremoto del 5 de agosto de 1949, hacen que el portar la corona no sea solo un símbolo de belleza, sino que arraiga atributos que ponen en evidencia la esencia de la ambateñía.

 

TOME NOTA
 La elección de Reina de Ambato es uno de 
los eventos patrimoniales dentro de la FFF.

 

La ciudadanía

Para Lourdes Zurita, comerciante, la elección de la Reina de Ambato es uno de los ejes más importantes de la FFF.

“En la ciudad no se puede concebir que haya Fiesta sin reina, ellas no solo son símbolo de belleza, sino de trabajo social y eso hay que resaltar”, comentó la comerciante de 49 años.

Mientras que Ximena Álvarez, maestra jubilada, comenta que el reinado de la ciudad se ha venido diversificando, dejando de lado el estatus y apellidos de abolengo para dar paso a que más mujeres puedan participar de este evento.

“Antes era impensable que dentro de las candidatas hubiera mujeres indígenas, sin embargo, ya hemos tenido señoritas que han portado bandas y han hecho una gran labor social dentro de su ámbito como ha sido el Gobierno Provincial”, mencionó Álvarez.

Ambas están de acuerdo que ser portadora de la corona ambateña le da una responsabilidad especial a quien la lleva y por eso esperan que este año se fortalezca el trabajo social que debe realizar Ana Isabel Cobo.

 

Retomar la FFF es una forma de evidenciar la esencia ambateña

 

Ser la Reina de Ambato representa la oportunidad de recibir el cariño de las personas, así como de trascender en el tiempo”.

Alexandra Vásconez Sevilla,

Reina de Ambato en 1982

 

Ser Reina de Ambato tiene un sentido especial, no solo se trata de portar una corona, si no de un sentido de servicio y entrega en favor de los más necesitados”, comenta Alexandra Vásconez Sevilla, quien fue Reina de Ambato en 1982.

Explica que la representatividad de la soberana en la ciudad es tan importante que ella, a través del tiempo, se convierte en un referente para la ciudadanía, pues su trabajo y recuerdo se mantiene vigente por mucho tiempo y eso es algo para resaltar.

Alexandra comenta que es grato ver cómo la gente recuerda a sus reinas a través del tiempo y siempre está dispuesta a poner su granito de arena, con la soberana vigente, para mostrar que entre todas las cualidades de los ambateños la solidaridad es una de las más representativas.

Para la nueva Reina de Ambato, Ana Isabel Cobo, cree que la mejor forma de llevar adelante su trabajo, en una época tan difícil como la actual, es entregarse a su trabajo y a su misión, buscando siempre el bienestar de los sectores vulnerables para que su labor trascienda a través del tiempo en la ciudad.

Alexandra está convencida que el retomar la FFF es una gran opción pues eso permitirá la reactivación de la ciudad y su gente, además aplaude que se esté manteniendo la esencia de la celebración trasladando los eventos hasta los barrios, lugar en donde nació esta festividad.

“Esta es una fiesta especial, la Fiesta de la Fruta y de las Flores tiene una particularidad diferente y única, por eso hay que seguir impulsándola desde todos ejes posibles para que siga siendo un referente de la cultura a escala nacional”, finalizó Alexandra Vásconez.

 

El reinado implica la satisfacción de servir a los demás

La FFF es una muestra fehaciente de la fortaleza que tienen los ambateños para no dejarse vencer y salir adelante a pesar de los problemas que se pongan delante”.

Olga Eloísa Holguín,

Reina de Ambato en 1960

 

“Al ser la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF) una celebración que pone de manifiesto la tenacidad de los ambateños por resurgir y salir adelante, su Reina tiene un significado especial enmarcado dentro del mismo ideal de apoyo y solidaridad que envuelve a toda la conmemoración”, dice Olga Eloísa Holguín.

Ella fue Reina de Ambato en 1960 cuando en la ciudad se celebraba la novena edición de la FFF.

Desde ese entonces concibe de forma diferente el sentir de la ambateñía, está convencida que la experiencia del reinado le permitió ver la realidad de la ciudad desde una perspectiva mucho más sensible, lo que concedió establecer las conexiones necesarias para tenderle la mano a los sectores más vulnerables.

“Esta es una experiencia de vida única, el ser la Reina de Ambato es motivo de orgullo, no solo por la designación, sino por todo el trabajo que implica serlo y saber llevar con altura la corona para que la ciudad camine siempre firme como un referente de fortaleza como no hay otro”, comenta Olga Eloísa Holguín.

Señala que esta distinción no se quedó únicamente en 1960 cuando fue coronada, sino que ha permanecido por alrededor de 62 años, pues en la ciudad aún se la recuerda y ese cariño de la colectividad es tan valedero como el mismo año en el que portó la corona.

Es consciente de que, en la actual época, a causa de la pandemia, las condiciones son duras, por eso a la nueva soberana de los ambateños, Ana Isabel Cobo, le recuerda que no está sola y cuenta con el apoyo de todas quienes ya cumplieron esa hermosa labor para guiarse y emprender proyectos que le permitan mejorar la calidad de vida, así como regalarle momentos de alegría a las personas más vulnerables.

 

La solidaridad de los ambateños es una característica digna de resaltar

 

La labor de la Reina de Ambato es fuerte, porque tiene que saber cómo canalizar los recursos que las personas están dispuestas a otorgar por el beneficio de quienes más lo necesitan”.

Carla Medrano,

Reina de Ambato en 2018.

 

“Ser Reina de Ambato tiene una connotación bastante especial, pues es el símbolo del resurgir y el levantarse de los ambateños después del terremoto”, dice con mucho orgullo Carla Medrano, quien fue soberana de la ciudad en 2018.

Está convencida que esto va más allá de ser un concurso de belleza, pues se elige a una persona que a partir del día uno empieza a trabajar por su ciudad.

La Reina de Ambato es la figura llamada a canalizar la ayuda que puede entregarse a los sectores más vulnerables.

“Hablando desde mi experiencia fue muy grato encontrarme con empresas (de todo tamaño) que cuentan con un presupuesto asignado para contribuir con la labor social de la Reina y eso es digno de destacar, pues deja en evidencia el interés social que hay en la ciudad”, comenta Carla.

Asegura que si bien es cierto este es un trabajo extenuante, que no para durante los 365 días de gestión, es igualmente gratificante, emotivo e inspirador, pues la gente entrega tantas muestras de cariño que hacen que tanto la Reina como quienes trabajen con ella se recarguen de positividad y estén dispuestos a seguir trabajando en favor de los demás.

Carla está segura que Ana Isabel Cobo, Reina de Ambato 2022, cuenta con todas las herramientas necesarias para hacer un papel preponderante dentro de la ciudad y le recuerda que habrá momentos en lo que se sienta cansada, pero que estos se dispersarán porque contará con el amor sincero de quienes vean su labor y la recarguen para seguir con el trabajo propuesto.

Además, señala que la nueva soberana cuenta con la experiencia de sus antecesoras para poder hacer un gran papel dentro de este año en el que el trabajo debe hacerse siempre con el enfoque de cuidado de la salud de todos.