Generalmente el rábano se consume crudo, solo o en ensaladas, bocadillos y otras preparaciones, puede hervirse para suavizar su sabor.
Las hojas del rábano se consumen cocinadas de forma similar a las de espinaca, y también en infusiones y guisos.
En cuanto a usos medicinales el consumo de rábano crudo se emplea para tratar urticarias y artritis, el caldo es un excelente auxiliar en enfermedades respiratorias y desordenes gástricos.
Asimismo, las propiedades colagogas y coleréticas del rábano lo hacen un alimento adecuado para la salud del hígado, así como en aquellos casos de insuficiencia hepática e ictericia
Esta hortaliza resulta un alimento muy digerible, se recomienda masticarlo muy bien, en general su sabor resulta algo picante, pero si se deja enfriar dentro del refrigerador su sabor se suaviza considerablemente.
Destaca también su contenido de vitamina C, el cual actúa como antioxidante, ayudando a restaurar tejidos y vasos sanguíneos, aumentando el nivel inmunológico del cuerpo, manteniendo dientes y huesos fuertes.
En cuanto a los minerales, el rábano tiene un mayor contenido de potasio y yodo que otras hortalizas. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular. (RMC)