Los perros ladran a unas personas sí y otras no de acuerdo a la percepción que tienen de cada uno.
El ladrido es la forma de adaptarse al entorno humano que han desarrollado los perros, con este sonido, los canes han creado un sistema de comunicación entre los de su misma especie, otros animales e inclusive el hombre.
A través de los años se ha descubierto que esta expresión vocal en conjunto con el lenguaje corporal hace que los perros puedan mostrar miedo, ansiedad, problemas de comportamiento, advertencias de peligro e incluso felicidad.
Todo esto puede variar según la actitud que el perro tenga, pues el tono, la frecuencia y el volumen son indicios que se pueden apreciar para interpretar y entender al animal.
La percepción hacia cada persona es una de las razones por las que un perro puede ladrar de forma aleatoria y de manera repetida, es decir, es cuestión de si le agrada o no una persona.
Además, un veterinario español explicó que el olor, la movilidad y la forma de expresarse de las personas son factores determinantes para la percepción de los animales.
No obstante, la razones reales por la cual algunos perros tienen la tendencia de ladrarle repetidamente a algunas personas, aún es poco conocida. (VAB)