Varias son las tumbas que se encuentran en el abandono y olvidadas en los diferentes cementerios de la ciudad.
Luego del feriado de finados, que se vivió a inicios de este mes, decenas de personas invadieron los cementerios de la ciudad en primera instancia para darle una ‘manito de gato’ con la limpieza y pintura del lugar donde descansan sus seres queridos.
Luego llegaron con flores, tarjetas y adornos como muestra de cariño y recuerdo.
Desde ese instante la fachada de las tumbas quedaron relucientes, como nuevas, sin embargo varias hacen contraste y no se puede ocultar su abandono.
Musgo, hierba crecida, construcciones en ruinas, sin color y hasta desmoronándose, flores secas y basura es el panorama que se puede observar en las tumbas olvidadas.
Según varias personas que suelen trabajar en el lugar los dolientes se olvidaron de las promesas que repiten tras la muerte de un ser querido como “nunca te voy a olvidar”, “siempre te voy a recordar”, “vivirás eternamente en mi corazón”, frases que al parecer se esfuman y pierden sentido después de varios años cuando olvidan a sus muertos.
Uno de los ‘campos santos’ más concurridos en Ambato es el Cementerio Municipal La Merced, ubicado en las calles Cevallos y Abdón Calderón, lugar que fue construido el 6 de noviembre de 1913, conjuntamente con la primera tumba de Luis A. Martínez.
Causas
En medio del silencio y quietud de la tarde Soledad Villalba, de 62 años de edad, llega hasta la tumba de su esposo quien falleció ya hace seis años.
Ella es la única que visita ya está tumba pues asegura que no quedan más familiares debido a que ellos no concibieron hijos.
Junto a su la tumba de su esposo se visualizan dos tumbas deterioradas, ella asegura que nunca ha visto a ningún familiar.
“Es triste ver como simplemente nos olvidamos de los seres queridos”, comentó.
Para María Paredes, quién acudió al cementero para visitar la tumba de sus seres queridos comentó que “las bóvedas abandonadas dan mal aspecto al camposanto, ya que unas se encuentran hasta rotas” y aseguró que “tal vez ya no tienen familiares vivos, tal vez porque no hay tiempo o ya se olvidaron de ellos”.
Lo oficial
Edwin Fierro, administrador del cementerio, manifestó que no se puede tomar ninguna medida con las tumbas abandonas, ya que cada una de ellas tienen sus escrituras y sus papeles en regla.
El funcionario indicó que no se tiene un registro de cuantas tumbas existen ya que algunas de estas no fueron tomadas en cuenta en el Registro de la Propiedad, “pues hace aproximada mente unos 50 años atrás la gente solo venia y les enterraban sin dejar una anotación”. (FCT)