Las mascotas regularmente se comunican con los seres humanos y su misma especie a través de lamidos, esto al parecer, las personas lo han normalizado al punto de permitirle hacerlo en partes de su rostro.
Según Ingrid Alarcón, médico veterinario, el contacto de la lengua de un can con nuestra boca, nariz u ojos puede provocarnos una infección debido al gran número de bacterias que se encuentran en ella.
Lo mismo puede ocurrir si la mascota le lame las manos a su dueño y, a continuación, éste se las lleva a la cara. Hay que tener en cuenta que los perros lamen todo lo que encuentran en la calle, van posando su hocico en todos lados para reconocer el terreno e incluso se lavan a sí mismos.
Todo esto se traduce en patógenos peligrosos que se pueden transmitir de animales a humanos.
Alarcón también, ahonda en las razones por las que las mascotas se lanzan sin descanso a lamer: es su intento de llamar nuestra atención.
De hecho, cuando intentan lamer la cara de su dueño, este gesto suele ir acompañado de un movimiento frenético de la cola, mostrando así su disfrute por las caricias recibidas y las cariñosas palabras.
Además, de esta forma, huelen la cara del dueño, un aroma que reconocen y que también les reconforta.(VAB)