Fútbol barrial, menos deporte más violencia

En varios escenarios deportivos aún persiste la violencia.
Situación. En varios escenarios deportivos aún persiste la violencia.

Peleas, invasión de canchas, agresiones a los jugadores, árbitros e incluso entre los mismos hinchas son algunas de las realidades que aún persisten en los escenarios deportivos de fútbol.

Esta situación no es de ahora, pero, a pesar de que de a poco se retoma el deporte luego de más de un año de pandemia, los problemas son los mismos.

Así se evidencia en las diferentes ligas barriales que se reactivan en los cantones de la provincia.

Uno de los últimos altercados se evidenció en una de las ligas barriales de Ambato, en el sector de La Joya, cuando se protagonizó una batalla campal en uno de sus estadios.

En el escenario deportivo la violencia fue evidente por lo que la Policía Nacional tuvo que interferir.

 

Preocupación

Carlos Arévalo, quien practica el fútbol amateur, recordó que anteriormente no existían tantos problemas en las canchas deportivas, pero en los últimos años las cosas cambiaron.

“Antes podíamos acudir con toda la familia a los estadios era un encuentro con amigos, vecinos y conocidos, incluso en realidad se hacía nuevas amistades con los rivales, pero ahora casi siempre terminan en peleas”, dijo.

José LLamuca, presidente de la Federación Provincial de Ligas Deportiva Barriales y Parroquiales de Tungurahua (Fedeprobat), manifestó que lamentablemente aún existen personas que generan peleas y violencia en las canchas deportivas, esto a pesar de que existe reglamentos, normativas y sanciones para quienes no saben comportarse en los escenarios deportivos.

“A pesar de pasar momentos duros por la pandemia, encerrados, hay gente que no comprende que siguen cometiendo los mismos errores y generando violencia”, dijo.

Explicó que desde las instituciones, barrios y dirigentes se desarrolla la socialización de las normativas y reglamentos e incluso de las fuertes sanciones a las que pueden enfrentarse, pero lamentablemente hay personas que pasan por alto todo este tipo de esfuerzos.

“No comprenden que este deporte es de recreación, para distraerse y piensan que con las agresiones y la violencia van a obtener resultados frete a un partido”, comentó.

Según Llamuca, se han registrado casos donde han tenido que sancionar a los jugadores con la separación definitiva de los campeonatos, sanciones como la suspensión de dos años fuera del torneo, etcétera, pero no se ha podido eliminar esta problemática.

 

EL DATO
En varias localidades de Tungurahua se retoman los campeonatos de fútbol.

 

 

Análisis

Para Hernán Merino, psicólogo deportivo, el origen de la violencia en los estadios va más del simple acto de pelea o insultos que se lanzan en los escenarios deportivos, pues es ya un problema estructural.

“La sociedad se encuentra con una carga tan alta de violencia que la reproduce en cada uno de los espacios donde comparte, uno de ellos los estadios donde se generan más pasiones”, dijo.

Según explicó el profesional, una persona que tiene varios conflictos por necesidades básicas, problemas familiares, incluso enfermedades, cuando va al estadio o cualquier escenario deportivo descarga toda la violencia contenida que le producen esos problemas.

Esto sucede entre jugadores profesionales, por lo que ellos requieren de atención profesional que proveen sus equipos, pero no así sus hinchas e incluso sus seguidores, cuerpo técnico y demás que en muchos casos son los que generan más violencia que los mismos deportistas.

“Es mucho más grave en las ligas barriales o campeonatos abiertos donde los hinchas pueden ingresar a los estadios sin ninguna condición protagonizando las batallas campales”, dijo al asegurar que la gente quiere ver ganar a su equipo y sus frustraciones convergen al no tener un resultado positivo generándose las peleas.

 

¿Qué hacer?

Para el profesional es importante que la ciudadanía no caiga en el fanatismo, ese es el principal problema. “Todas las personas tenemos emociones y sentimientos que debemos y podemos controlar, pero en un hincha fanático no tiene autorregulación y desata la violencia”, dijo.

Mencionó, además, que si una persona muestra esos signos de violencia debe buscar ayuda antes de que su cuadro sea más complejo. (FCT)