Cinco formas de no olvidar lo aprendido en vacaciones

REFERENCIA VACACIONES TIEMPO
REFERENCIA. Los juegos y actividades deben ser desarrollados de forma constante.

Las vacaciones escolares están por comenzar, lo que podría significar que el aprendizaje podría tomar un descanso. Sin embargo, este tiempo es toda una oportunidad para reforzar y adquirir conocimientos para lograr que cuando haya que volver a las aulas, todo sea mucho más fácil.

A continuación, te contamos los cinco pasos para lograrlo, pues no siempre se trata de que se mantengan rutinas escolares, sino de potenciar la actividad cerebral, para que el ritmo de aprendizaje no disminuya excesivamente durante el tiempo de ocio.

Claro que es importante que, antes de comenzar, hay que tener un espacio de descanso de una a dos semanas, para bajar el estrés y las tensiones de los últimos días de curso.

¿Cómo seguir aprendiendo en vacaciones?

Aquí te damos algunas ideas para mantener en forma las neuronas:

  • Potencia manualidades: Una de las formas más divertidas de trabajar el cerebro son las manualidades artísticas, que contribuyen a fijar la atención, mejoran la psicomotricidad fina y desarrollan la creatividad.
  • Tu mejor amigo es un buen libro: Las recetas para fomentar la cultura son infinitas, esto debido a que cada persona tiene su propio ingrediente mágico. Sin embargo, uno de los secretos universales es dejar que cada estudiante elija sus propios libros y hasta de que descubra formatos diferentes como cómics o revistas.
  • Aprende con TIC: Otra forma de aprender, y que probablemente motiva más, es repasar los apuntes del curso, son las aplicaciones y actividades interactivas. Existen gran cantidad de juegos educativos de cálculo, lectura, ciencias.
  • No dejar que el idioma se oxide: Se trata de uno de los conocimientos que más fácilmente se olvidan si no se practican con frecuencia, por lo que es importante no dejar de hacerlo y si hay una forma divertida, mucho mejor.
  • A darle bien a los números: Para aprender y repasar matemáticas no es necesario solo lápiz y papel, también podemos probar con retos numéricos cotidianos como preparar cantidades en una receta de cocina, una adivinanza numérica, calcular distancias, etcétera.