Sirve como enseñanza, pero además ayuda a compartir tiempo y conocer mejor los gustos de cada uno.
Al mercado o al super, dondequiera que realice sus compras, permita que sus hijos le acompañen y le ayuden a adquirir los productos alimenticios para la semana. Pero no caiga en las tentaciones ni permita que los niños le hagan comprar cosas que no estaban programadas.
No hay que olvidar que todo el tiempo que se comparte con ellos debe ser de calidad y el que se pasa en el supermercado puede ser de lo mejor si se les permite escoger y buscar los productos que constan en la lista de compras que, por cierto, debe ser elaborada antes de salir de casa.
Entonces una buena predisposición y una adecuada comunicación harán que estos momentos sean agradables para todos los miembros de la familia.
Si se puede compartir
Catherine McCord, conductora de un canal gourmet a escala internacional, da tips que ayudarán a ir de compras con la familia y ver cómo los hijos aprenden y se emocionan con la comida nutritiva que degustarán durante la semana.
Antes de salir de casa haga un inventario de lo que hay en el refrigerador, en las vitrinas y en los cajones de la cocina para saber qué productos tiene disponibles, cuáles son los que usan regularmente y cuáles no para evitarlos cuando haga las compras.
Después escriba una lista de los que necesita y pregunte a sus hijos si quieren agregar algo, aclarándoles que se deberá cumplir al pie de la letra, es decir no adquirir ni más ni menos de lo que han programado.
Una vez en el super, permita que ellos se responsabilicen por encontrar los productos que ellos añadieron a la lista. Y si son lo suficientemente grandes y responsables para andar solos, deles una parte de la lista para que busquen algunos productos.
Es necesario mantener a los hijos concentrados en las compras comentándoles cada cosa que llevan, del por qué de los colores de las frutas y las verduras o haciendo que lean las notas en los paquetes mientras caminan por los pasillos.
Descansados y sin hambre
A los consejos mencionados, Sandra Lascanio, una ama de casa de 40 años de edad, añade otros que cuenta que a ella le han dado buenos resultados, como el que nunca hay que ir a la tienda con hambre, porque de esa manera se evita hacer compras de manera impulsiva.
Rosario Guevara, de 60 años, con hijos casados y un nieto comparte algo que a ella dice le funcionó siempre: salir de compras con los pequeños después de que hayan descansado y comido para que no se aburran o hagan berrinches. Los momentos apropiados que recomienda son por la mañana, poco después de que hayan desayunado, o por la tarde, una vez que se hayan realizado la siesta y hayan ingerido algo a media tarde. “Estos truquitos se aprenden en el camino, sobre todo cuando una ya es mamá”, comenta.
Otro proceso que a ella le ha dado resultados es hacer leer las etiquetas a los hijos, más si están empezando a leer, para que razonen con ellos y formulen una serie de preguntas que les permita saber si son o no productos adecuados para su alimentación. Este proceso puede convertirse incluso en un divertido juego, asegura. Todo es cuestión de paciencia y de querer compartir tiempo con los hijos, asegura Guevara. (CM)
El dato
Antes de salir de compras dele a sus niños bolsas de compras reusables.