Los animales de casa necesitan de juegos, mimos, cuidados y sobre todo compañía de calidad.
Las mascotas son los seres vivos que acompañan de forma incondicional al ser humano. Están allí siempre junto al dueño en las buenas y en las malas, por eso es que se han ganado el título de ser el mejor amigo del hombre.
El can no es rencoroso, no tiene malas intensiones y está siempre esperando con el mejor ánimo. Menea la cola a sus amos cuando ellos regresan al hogar, después de la jornada laboral y en distintos momentos.
Entonces, esta actitud de estar siempre listo y dispuesto a estar al lado de su dueño debe ser recompensada con tiempo de calidad y una gran compañía.
Si bien es importante la salud, las vacunas al día y la alimentación, también es necesario el abrazo, el mimo, el juego o las caminatas que además ayudan a socializarlo.
El juego no debe faltar
Si no lo puedes sacar al parque para que corra todo lo que quiera, en casa es posible preparar juegos divertidos, claro, tomando en cuenta si es cachorro o adulto, grande o pequeño.
Leo Cueva, quien tiene dos perros en su casa, señala que es buena idea jugar a las luchas o los combates siempre que el perro sea adulto (grande o pequeño), pero midiendo fuerzas; no se te ocurra este tipo de actividad con un bóxer, bulldog, mastín napolitano que tienen mucha más fuerza y pueden salir lastimados. Para compartir con ellos es mejor sacarlos al aire libre y utilizar juguetes para que corran lo que puedan y gasten sus energías.
Mientras que Elena Sandoval, propietaria de un Golden, recomienda no imponerles gustos en cuanto a los juegos. En su caso a la mascota no le agrada recuperar los palitos que son arrojados a una distancia prudente, pero sí le atrae entretenerse con un juguete, un pedazo de tela o jugar a las escondidas. Cuenta que ella se esconde y su mascota la busca hasta encontrarla. “Parece que se dirige por el olfato”, señala.
Para saber de los gustos, el dueño del sabueso debe aprender a observarlo y conocerlo desde pequeño.
Jorge Andrés, un niño de 9 años de edad, afirma que con su mascota prefieren jugar a las cogidas y que es él quien persigue al animal por la casa: recorren alrededor del comedor o en el patio de la vivienda. Así, además de divertirse juntos, hacen ejercicio.
El tiempo necesario
Las mascotas no entienden si sus amos llegan a casa cansados o mal humorados, lo único que quieren, después de estar algunas horas separados, es atención. Por eso, cuando vayas a tu vivienda, no lo apartes de forma brusca de tu lado e intenta sentarlo cerca y tener un momento de silencio y tranquilidad, para luego iniciar alguna actividad.
Un buen abrazo y muchas caricias como saludo son un buen comienzo. Luego de ponerte cómodo y cambiarte de ropa, prepárate para jugar, lo aconsejable, una media hora.
De seguro que este tiempo ayudará a disfrutar de ese amor incondicional y, sobre todo, a dejar atrás los malos ratos del diario vivir y compartir unas buenas carcajadas con su mejor amigo. Este instante se convierte en una terapia única en tu propio hogar. (CM)
Un buen masaje
Después de tanta actividad, cae bien una propuesta relajante con la cual trabajar la mente del perro, de una forma positiva.
Para esto, encuentra el lugar apropiado y cuando el can esté recostado y relajado, comienza a ejercer, con las manos, una presión suave en las zonas más delicadas, (como el cuello). Estos masajes son claves para estimular el cerebro del animal. Este tipo de fricción ayuda a la mascota a sentirse más tranquilo y a liberarse de la ansiedad.
El Dato
La ausencia de juegos y el aislamiento social del cachorro le provocan importantes trastornos sicológicos.