Comparte su tiempo entre el uniforme y sus hijos

FAMILIA. Iván Rodríguez junto a su esposa Paola Benítez, y sus hijos: Sheyla,  Paula e Irwin.
FAMILIA. Iván Rodríguez junto a su esposa Paola Benítez, y sus hijos: Sheyla, Paula e Irwin.

Sheyla Priscila, Irwin Gabriel y Paula Valentina son los seres más importantes en la vida de Iván Rodríguez, jefe de Antinarcóticos de Santo Domingo, quien junto a su esposa Paola Benítez han logrado formarlos como personas responsables y con valores. Al celebrase el Día del Padre espera estar junto a ellos.

Para esta fecha cuando está libre viaja a Riobamba a pasar con su familia, aunque la primera parada la hace en Quito, donde vive su papá. Pero si está trabajando su familia viene y comparte con ellos gratos momentos.

Recuerda que cuando no era tan avanzada la tecnología, sus hijos le enviaban una carta, ahora lo hacen por correo, detalles especiales que como a todo padre le satisfacen. “Además, siempre estamos en contacto vía telefónica o por Skype, buscamos la manera”.

Señala que como cualquier persona tiene responsabilidades, “más nosotros los policías que por el simple hecho de estar fuera 12 días de su casa conlleva a tener una mejor relación son sus hijos”, expuso.

Trayectoria

Parte de su vida profesional Rodríguez la ha hecho en Quito por tener dos especialidades: por ser una persona táctica, perteneció al grupo de Intervención y Rescate y al Servicio Antidrogas. Alega que es muy difícil prepararle a un policía de drogas, debe haber experiencia y muchos cursos. “No se puede poner a un policía que viene de la calle en Antinarcóticos, tienen que tener conocimiento de las técnicas de investigación”.

Referente a los cambios que se dan en la Policía, el Coronel indicó que se presentan porque se retiran los uniformados o ascienden y se necesitan cubrir esas vacantes.

El personal de clases y policía permanecen varios años en un lugar, los oficiales pasan muy poco tiempo, generalmente dos años o tres años máximos, “los comienzan a mover por la necesidad de servicio”.

Él dijo sentirse encariñado en Santo Domingo, no se quiere ir, aquí comparte con los agentes y va a las investigaciones. “En ciudades como Quito y Guayaquil no se lo hace eso porque hay que dedicarse a la parte administrativa, en cambio en esta ciudad también soy de la parte operativa”. (LMM)

EL DATO

Desde hace un año dos meses está en Santo Domingo como jefe de Antinarcóticos.

Mensaje

A sus compañeros policías les dice, que saben muy bien que ésta es una carrera muy difícil y que deben entender que ser padre y policía conlleva a estos sacrificios. “Que sigan trabajando con el mismo empeño y sacrificio para el bien de los ciudadanos”.