Por: LIBER ANDRADE SALAZAR
Definitivamente, el Gobierno de Lenín Moreno y su Gabinete, vienen adoptando decisiones indebidas que dejan entrever que el norte de gobernabilidad política interna y externa no están dirigidas a beneficiar a los sectores populares, lo que haría que en los próximos meses su credibilidad y gobernanza se traduzca en un verdadero vía crucis que afectará la endeble democracia ecuatoriana.
Veamos entre las relevantes:
1. Un aumento salarial de 11 dólares que lejos de disminuir la brecha entre la RBU y el costo de la canasta básica de 709 dólares ha permitido una forma de financiación del presupuesto general del estado.
2. El tomar prestado parte de los dineros destinados a la reconstrucción de las provincias de Manabí, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, significan aplicar las mismas posiciones del régimen anterior.
3. La designación de la Vicepresidenta de la República en la persona de la Psicóloga María Alejandra Vicuña, persona que estuvo muy ligada al ex gobernante, no será carta de presentación y diferenciación de la nefasta década pasada.
4. Se esperaba la oxigenación del Gabinete, retirando de funciones a personalidades vinculadas fuertemente con el correismo, pero las cosas siguen intocables generando sensación del continuismo en este período gubernamental.
5. Conceder nacionalidad ecuatoriana al austriaco Julián Assange, requerido por la justicia Sueca y Estados Unidos por presuntos abusos sexuales a dos mujeres y hackear correos diplomáticos secretos, en su orden, es amparar a un agresor sexual, cuando en la consulta popular estamos invocando imprescriptibilidad de tales delitos.
De tal manera que si el gobierno nacional no adopta decisiones pertinentes, estará abocado a una serie de acciones que harán fracasar el deseo de cambio ofrecido luego del 24 de mayo de 2017.