Algunas personas improvisaron negocios en los exteriores de los puntos de inoculación.
Generar utilidades económicas ha despertado la creatividad de muchos santodomingueños, quienes aprovechan las aglomeraciones existentes en los puntos de inmunización para ofertar diferentes mercaderías.
No es época de elecciones. Sin embargo, en varias esquinas hay comerciantes que se ofrecen para emplasticar los certificados de vacunación, a las personas que finalizan el procedimiento médico.
Una medida de subsistir
José Colamarco tradicionalmente se dedica a la albañilería, pero en esta temporada no ha conseguido trabajo en esa rama. En conjunto con su mujer compraron una máquina de emplasticar, actividad que le deja un promedio de 35 a 40 dólares de ganancia por día.
“Un amigo me comentó sobre este negocio, él lo hace afuera de la universidad Católica. Hicimos la prueba con mi señora en el Juan XXIII y hasta el momento nos va muy bien, porque hay mucha demanda y creo que esto va para largo”, expresó.
El valor de este servicio varía entre los 50 centavos y 1 dólar, de acuerdo a la calidad del material que decida el cliente y si quiere o no reducción del documento.
“Resulta un servicio necesario y económico. No se descarta que más adelante este certificado sea un requisito para trabajar o entrar a un determinado lugar, ya que la pandemia no ha terminado”, dijo Carolina Sánchez, quien ya recibió la segunda dosis.
Transportistas
No son paradas autorizadas o reguladas por los entes de control. Sin embargo, todos los días se apuestan decenas de taxis en los exteriores de los puntos de vacunación para coger carreras.
Para el gremio amarillo son puntos dinámicos para generar ganancias económicas, sobre todo en este tiempo en el que invierten más dinero en gasolina.
“Antes madrugábamos por las clases, ahora por las vacunas. No es negocio rodar en las calles sino hay muchos usuarios, la clientela está aquí en las vacunas y no hay disputa entre compañeros porque hay clientes para todos”, dijo Carlos Vinueza.
Seguridad
En todos los puntos existe personal de la Policía Nacional y tránsito para mantener el orden. A ellos se suman los cuidadores de carros, quienes se han organizado por cuadras para ganarse una moneda a cambio de vigilar los transportes de los que ingresan a la vacunación. (JD)