Una idea para nuestros ‘teatreros’

Edgar Freire Rubio.

Busquen en Diario El País de España esta nota cultural del 6 de marzo de 2017: ‘Combate dialéctico en el ring’. El Teatro Español organiza el I Torneo de la Dramaturgia, en el que se enfrentan ocho autores de cara al público, en rondas eliminatorias.

“Un ring en toda regla, pero sin golpes directos ni ganchos a la mandíbula. Todo lo más, un ganador, que lo será no por KO, sino por votación. Un cuadrilátero servirá de escenario a un auténtico combate de palabras”, reza la nota.

Y añade: “Ocho profesionales (cinco mujeres y tres hombres) enfrentarán sus textos con el lenguaje e historias originales como únicas armas. Los espectadores elegirán la obra vencedora cada noche de viernes. Habrá una urna preparada para el efecto en el teatro. Los cuatro semifinalistas viajarán a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para competir en otro torneo de dramaturgos mexicanos. Las condiciones son claras: textos originales escritos para dos personajes, cuya duración no podrá exceder de los 45 minutos y no necesitan de escenografía o luces. También que a mitad del relato sucediera algo decisivo en la narración. Las obras se enfrentarán en combate de dos en dos. Las piezas teatrales serán secretas hasta el momento de cada función y habrá una maestra de ceremonias. “El lenguaje se carga de oficio, de riesgo, de humor y pasión. Es un juego lúdico para luchar y competir en el mejor sentido de la palabra y poder de esta manera crecer como creadores”.

Esa es la filosofía del encuentro. Este concurso lo que pretende es “dar protagonismo absoluto al autor y su obra y fomentar la dramaturgia viva en español, que, en su opinión, atraviesa un momento excelente.

Actores y autores solo podrán preparar la obra tres horas antes de cada combate. Será la única ocasión en la que los dramaturgos, que desconocen a priori quienes interpretarán sus textos, pueden dar algunas pautas a los actores y actrices. Todo en un cuadrilátero, dos sillas y dos atriles. Esa es toda la escenografía. Se cobra 4 euros la función. Asisten más o menos unos 100 espectadores. Una pluma de oro y el favor del público son los premios para el ganador. En España esto ya no es ‘novedad’. Se han hecho muchas ediciones. ¿Qué tal?

Aquí nos caería muy bien una iniciativa de esta naturaleza. No creo que el teatro ecuatoriano viva un momento excepcional. Solo hay que mirar las carteleras y da grima. Todo es entretenimiento. Poco de rigor o de peso que nos ayude a cuestionarnos y no solo a reírnos. Muy pocos se libran de este aserto. ¿Cuándo un B. Brecht, Casona, Strindeberg, Camus o Ionesco? ¿Se han olvidado de Paco Tobar? Ahí les dejo la idea ‘prestada’. Cierto es que aquí, hace años, se realizó ‘Poesía mano a mano’, pero nuestra lírica tiene vates para ‘exportar’. ¡Mejor voy a lo mío!

Lecturas

Soy un padre atípico, de halagos muy cicateros en las tareas literarias y artísticas que hacen mis tres hijos. Cada uno ha elegido sus propias vocaciones. Son independientes. Lo único que les he prodigado es una biblioteca esencial, una estética de la vida y una porción de dignidad. Susana Freire García ha terminado un nuevo libro de investigación titulado ‘Los 100 años de la Unidad Educativa Municipal Eugenio Espejo’. Me consta que quemó pestañas por más de un año. Entrevistó a mucha gente. Acudió a hemerotecas para documentarse. Las 342 páginas así lo atestiguan. Es un trabajo digno de leerse para quienes quieran conocer la historia de esta icónica institución tan ligada a Quito. Reseñar la obra de una hija es terreno minado. Eso es tarea de entendidos. Aunque textos de esta naturaleza tienen poco espacio en nuestros medios de comunicación para sus comentarios. Tiene mérito que la Escuela Espejo haya patrocinado este libro, sin esperar el auspicio de entidades públicas, donde solo tienen cabida los ‘amigos’.

Gustavo Salazar no suelta prenda en su tarea de seguir con su serie ‘Cuadernos a pie de página’. Hoy dedica su magín a un autor que, estoy seguro, muy pocos leerán, a pesar de su calidad literaria: Alfonso Reyes. Las 86 páginas dan cabida a artículos sobre Juan Montalvo y Guillermo Ríos Andrade. Correspondencia con Gonzalo Zaldumbide, Benjamín Carrión, César Arroyo, Jorge Carrera Andrade y otros. No faltan artículos de César Pastor, Luis Robalino Dávila, Isaac J. Barrera, Raúl Andrade… Lo más rico son sus notas a pie de página. Sabrosas, morosas, llamativas. Útiles para sus colegas (investigadores). Son librillos hechos con buen gusto y dignidad. Y que se vuelven rarezas porque de su propio bolsillo imprime 100 ejemplares numerados. ¡Qué bien!

‘Re/Incidencia’ es la revista emblemática del Centro Cultural Benjamín Carrión. Una de las más serias y rigurosas que Ecuador bibliográfico produce. Y saca la cara de la escasez de este tipo de publicaciones periódicas literarias. El volumen 9 dedica (¡por fin!) a Alfonso Rumazo González. Su hija, Lupe, ha tomado la batuta de editora invitada y es un acierto. No es difícil leer sus 410 páginas. Me alegra saber que su distribución es generosa y no es pasto de ratones ni polillas. Está en las mejores bibliotecas de América. Y eso es bueno. ¡Congratulaciones a todo el equipo de este Centro! ¡Gracias a Raúl Pacheco que siempre reserva un ejemplar para su amigo El Librero!

TOME NOTA
El Librero recibe sus publicaciones en: Almacén Bolmar, calles Guayaquil N2-49 y Sucre, con atención a Martha Freire Rubio.Recibo siempre ‘América Latina en Movimiento No. 524’ (mayo, 2017). Un necesario resumen con portadas seleccionadas de sus temas hitos. ‘Una trayectoria con los movimientos’ es su tema central. A los tiempos vuelvo a leer ‘VERD 2.0’ (No. 102) y ‘Edu@news’ (No. 120) que dirige Rosalía Arteaga. ¡Grata sorpresa! Está más entretenida, más coloquial (¿ejemplo? La entrevista a Luis Vivanco), en papel reciclado. “Buena onda”, como dicen los jóvenes. ¡Felicitaciones!

Memoria

La muerte, esa ‘visitadora incongruente’, ha “saludado” al historiador Leonardo Moncayo Jalil. Amigo entrañable y, como expresa Rosalía Arteaga Serrano, extrañaremos “su sonrisa amigable” y más que todo su solidaridad. Lamentable también la partida de Juan García Salazar, investigador de quien vendí cientos y cientos de sus libros que lo publicó Abya Yala. Era otros de los olvidados del Premio Eugenio Espejo.

EL DATO
La casilla de Edgar Freire Rubio es 17012561.A Diego Cornejo Menacho le conozco muchos años. Sé que nos abandona, pero nos deja los mejores recuerdos. Jamás olvidaré su presencia y compañía en la Feria del Libro (Liber) en Barcelona. Siempre alegre y fraterno. Le echaré de menos y sé que contaré con su amistad. ¡Adiós buen amigo!

¿Algo más? Leo notas o referencias laudatorias al nuevo presidente de la CCE (Camilo Restrepo). He recordado lo que muchos le endilgaban cuando asumió esa misma dirección hace años. ¿Qué le decían? Lo mismo a Stalin Alvear. ¡Cómo mudan los criterios! Me asusta la incoherencia. Fui parte de su Consejo Editorial, del que renuncié a los dos meses, pero me encanta revivir recuerdos.

Quedo en deuda con Javier Gómez Jurado, ALAI, Rodrigo Villacís Molina… Nos ‘leeremos’ en agosto. ¡Que así sea!

LA FRASE

“Soy un padre atípico… Lo único que les he prodigado es una biblioteca esencial, una estética de la vida y una porción de dignidad”.