Por Édgar Freire Rubio
“Los miro en las estanterías de mi cuarto de trabajo, familiares; páginas llenas de relatos que se mezclan entre las baldas donde conviven los viejos amigos. Y me transmiten una extraña sensación de sosiego, la apariencia de un mundo estable que me espera paciente, sin prisa. Pese a todo, bien pensado, son infinitos los peligros que acechan a los libros. Por ejemplo, perderse en la misma biblioteca, traspapelarse entre el resto de volúmenes. Se recorren los lomos, se recuerdan azules y resultan ser marrones, ocurre a veces. Aunque no sólo. De pronto alguien deja un libro olvidado en el asiento de un tren, a medio leer; o una estación de autobuses con las prisas de la llegada; o en los sillones confortables de la sala VIP del aeropuerto acabada a la lectura, como si el valor durara únicamente hasta el final de la aventura. A veces los libros terminan en la basura, y otras, las ocasiones más piadosas, en un banco de la calle que se convierte en biblioteca ambulante a la espera de un posible lector (…) En algunos momentos de la historia los libros son quemados, tratando de extirpar el recuerdo (…) Entonces el mundo se hace muy pequeño, esquemático, mundo de frases deshilachadas que se buscan con desesperación, que indagan lo que hay más allá de la mera información, que añoran el soporte físico aún a riesgo del fuego que a veces intenta callar las voces sin entender que talvez un verso basta para mantener viva la imaginación –y, todos al fin y al cabo, todos recordamos un verso al menos…”. Estrella de Diego Otero, publicado en el portal web de diario El País (12 de marzo de 2015).
Antonio Rodríguez Vicens es un lector infatigable y suele adentrarse en aventuras bibliográficas que serán imperecederas. Su ‘Diccionario de El Quijote’ ya es un clásico. Hoy, el escritor va por otra de sus pasiones: Simón Bolívar, personaje tan manoseado por nuestros revolucionarios, llegando a extremos ridículos, risibles.
‘Alfarero de repúblicas: ideario de Simón Bolívar’, se publicó este año en la capital. Acuda primero al índice y, como un juego, escoja el tema que quiera leer en este ideario. No está por demás elogiar la bibliografía consultada y dar a conocer del rigor de esta titánica tarea. No sé cuántos años le habrá costado al autor ‘exprimir’ el pensamiento del Libertador en 683 páginas.
Como guinda, hay todo un dossier amplio de testimonios sobre Simón Bolívar. La obra no exige que la lectura sea como la de una novela o ensayo. El lector puede jugar una rayuela con estos abalorios tan acertados y precisos.
En época del apogeo de las grandes librerías en Quito, conocí en la desaparecida Cima una buena parte del clan familiar del doctor Hugo Larrea Benalcázar. Luego de muchos años, su hermano Luis me envía un nuevo libro suyo: ‘Medicina prepagada y seguro de salud’, un tema legal que en el país tiene sus bemoles en pro y en contra. Este manual de 126 páginas se convierte en un texto redondo tanto para entendidos como para neófitos, como este Librero. La editorial El Conejo ha tenido el acierto de respaldar este valioso aporte.
Sería bueno que el señor Presidente, sus ministros y nuestros sabios asambleístas leyeran la publicación periódica ‘Ecuador Debate’ (CAAP, Quito, abril 2019. No. 106). Les haría mucho bien. El tema de este cuatrimestre está dedicado a la ‘Consulta previa, libre e informada’ sobre la minería. En esta publicación está lo que nadie quiere saber. El otro lado de la medalla de la verdad de este nuevo filón para nuestra economía. Esta vieja publicación no ha perdido nunca el rigor y la dignidad.
Desde la experiencia
Otro imperdible es ‘América Latina en movimiento’ de la ALAI (No. 542. Junio, 2019). El tema es ‘Justicia social en un mundo digitalizado’. En este rubro, el país está en pañales.
El amigo Fabián Guerrero Obando sigue en sus lides libreras. Excelente maestro y lector, como editor no le va mal. ‘La Revista: Lecturas-reflexiones-asombro’ llega a su No. 4, en el cual rinden homenaje a los Tzántzicos. ¡Se deja leer y se agradece! Lo mismo con el suplemento Edu@news, No. 144. ‘La ciencia más cerca de los niños y jóvenes’, es el tema central de este número.
Me inquieren qué me parece la elección del nuevo ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco. No tengo argumentos. Lo que sí sé es que este Gobierno sigue en deuda con el libro y la lectura. La palabra ‘cultura’ les produce urticaria.
Celebro los 40 años de existencia de Libresa y los 20 del Concurso de Literatura Infantil-Juvenil ‘Julio C. Coba’. Este certamen ha entregado al país cientos de títulos que han enaltecido a este género literario. Libresa fue y sigue siendo una gran pionera. ¡Qué tenga larga vida!
