Según afirma la página musical Mondo Sonoro, el nombre de esta banda, Mogwai, en chino cantonés, refiere un espíritu maligno o monstruoso, dentro de una tradición simbólica milenaria que siempre estuvo pareja a los ciclos vitales, al clima y los tiempos revueltos del otoño, la lluvia y dentro del orden cósmico y de la naturaleza.
Una referencia bastante popular a dicha mitología oriental se hace en las películas ‘Gremlins’ y ‘Gremlins 2’, estrenadas hace aproximadamente tres décadas en Estados Unidos. Si bien esto inspiró al nombre de la banda escocesa nacida en 1995, su música se basa en un post-rock con melódicas líneas de bajo y distorciones bien logradas.
“En los 56 minutos de duración del álbum, y ya desde su arranque (…) viajamos por ambientes sónicos de marcados cromatismos, como en la electrónica-psych de ‘1000 foot face’, que persigue una clara sinestesia plástica; ‘Don’t Believe the Fife’ que hace estallar la melodía (…) y a la que sigue ‘Battered At A Scramble’”, indica perfectamente la crítica de Mondo Sonoro, a lo cual se puede agregar que su la introspección sonora del disco estalla en una bomba de guitarras y efectos distorsionados en sus penúltimo temas ‘Old Poisons’ y posteriormente, pero en menor intensidad, con ‘Every Country’s Sun’, tema que da nombre al disco.
El estilo musical de la banda, que se pasea entre varios géneros y que casi lo hace una agrupación sin definición exclusiva, juega con melodías suaves en un disco casi instrumental que sabe colocar las voces en los momentos oportunos y que da cabida a la construcción de riffs profundamente emotivos y oportnamente fuertes. (CC)