197 años de emancipación política

LUGAR. La Catedral es uno de los símbolos de la ciudad.
LUGAR. La Catedral es uno de los símbolos de la ciudad.

La batalla del 12 de Noviembre de 1820 es una gloria más para Ambato, es la más alta expresión y elevada prueba de patriotismo, de valor y honra escrita con sangre en los renglones de la Historia de la Patria.

Cabe decir de nuestros reveces, hagamos un lastre, de nuestra justicia la fe vengadora la sombra más negra es erguirse después de la victoria.

Los ambateños y tungurahuenses, no somos mendigos de un trozo de historia, la patria lo hubimos en duras jornadas, batiendo ciclones de adversas espadas, cortando sagrados laureles de gloria y triunfo.

Ambato está presente recordando la historia en sus páginas gloriosas de Pichincha, Junín y Ayacucho, tiñendo con su sangre los campos de batalla.

Semblanza

El 12 de Noviembre de 1820, es la fecha clásica de Ambato, hoy se recuerda la gesta de emancipación política de la tutela española. El yugo español presionaba por todos los costados de América, de aquella tierra inmaculada que había acogido a los visitantes, quienes se convirtieron en invasores y conquistadores por la fuerza de la especie y porque en aquella época se media a los pueblos por su expansión y su conquista.

El pensamiento de Bolívar fue el máximo referente social y el propio estado situacional de la gente, tuvieron su feliz coincidencia para haber trastocado las lágrimas y humillaciones del coloniaje en la tan ansiada libertad e independencia política.

Las mismas motivaciones que hicieron la independencia de Guayaquil, de Cuenca, de Riobamba, Guaranda, Latacunga, de Machachi, y otros pueblos del Ecuador, Ambato también siguió la misma idea de liberarse del yugo español, logrando el 12 de Noviembre de 1820.

Próspera ciudad

Las tierras que constituyen hoy Ambato, siempre generan bonanza, tanto en sus ámbitos productivos, como en el campo intelectual. Ambato tu eres el villorrio de pequeñísimas dimensiones, eres el corazón de la Patria ecuatoriana, símil del Ecuador, geográficamente, ha sido siempre un punto, y demográficamente casi una sola familia, sin embargo, hasta la presente sigue siendo la rectora del pensamiento ecuatoriano y americano.

TOME NOTA
La denominación Ambato proviene probablemente de la voz Hambatu o Jambatu, que podría traducirse como la Colina de la Rana. Lo dicho, puesto que tradicionalmente se conoce que en quichua designa a un renacuajo propio del río del mismo nombre que cruza la urbe.Que importan las dimensiones geográficas, que importan las cifras demográficas, a los grandes hombres de la patria no se les clasifica por la estatura, sino a los grandes se los admira por su inteligencia y su virtud, por su elevación espiritual y magnificencia de sentimientos.

Ambato, tu celebras tu efemérides gloriosa en la historia de rebeldías y heroísmos, a ti se debe la rendición de las fuerzas leales de la corona española y la rendición de su cuartel. Ambato, tierra querida que eres un jardín, y eres el huerto, esta tierra que es trabajo y oración. Ambato verde llanura interrumpida de trecho en trecho con nudos que enlazan las dos cordilleras, donde se halla erguido el coloso Tungurahua, testigo mudo del escenario en que se desarrolló un formidable combate de dos ejércitos desiguales en todo, en número, en valor, bizarría y en patriotismo.

Innumerables resultan los nombres de las figuras preclaras que coadyuvaron con su aporte, al desarrollo y a la grandeza de la jurisdicción local y nacional. En este siglo figuran muchos nombres de ciudadanos que enarbolaron en lo alto, su pensamiento y su filosofía con apego a la libertad al terruño, a los valores y al humanismo, a las ciencias, la contemplación y a los libros en este grupo está lo más granado de la juventud patriota ambateña y tungurahuense, como los próceres:

Juan Manuel Lalama, Manuel Espinoza, Gaspar Gonzáles, José Gavilanes, Manuel Lana, Ignacio Valdivieso, Cipriano Mosquera, Mariano Castillo, Vicente Guerrero, Tomás Sevilla, Ignacio Martínez, Joaquín Riera; gigantesca raza que llevas tu estoicismo grabado de esperanzas y santa rebelión, batallas legendarias y aceros que se templaron en el dolor supremo para después vencer al tirano, otros patriotas más de la vecindad de Píllaro, Pelileo, Huachi, Mocha, Quisapincha y de igual manera los valientes campesinos e indígenas, amantes de la libertad y con un gran espíritu de ambateñidad.

Hoy hablar de la Independencia de Ambato, es hablar de una de las muchas glorias adquiridas por la valentía de los ambateños, de los hijos del Ecuador y América.

Grandes mentes

El sentimiento de patria está profundamente arraigado en el corazón de los ambateños; cuna de Juan Montalvo, el Cervantes de América; Juan León Mera, literario escritor del Himno Nacional del Ecuador. Ambato ciudad privilegiada por su cultura, arte y trabajo, de hombres ilustres como Juan Benigno Vela, Pedro Fermín Cevallos, Luís A. Martínez, Celiano Monge, Joaquín Ayllón, Hernán Rodríguez Casteló y otros hombres de letras que han amalgamado la gloria de Ambato.

Los ambateños no somos el pueblo de los pordioseros que viven a la sombra de las glorias extrañas, llevamos laureles de propias hazañas y el brillo sin mancha de nuestros aceros.

Ambato tiene dos coronas en su soberanía, que nadie quitarnos podrá, el Grito Primero de la Rebeldía y el Triunfo de la Gloria de sus hombres de ser libres en toda su vida.

La sangre regada en los campos de tragedia, donde nacen los recuerdos de la historia, siendo la esperanza de gesta suprema que en todas las astas llevará nuestro emblema como una triunfante cosecha de gloria.

Tengamos un credo de mística ardiente, que solo la Patria nos hable en el pecho que vivimos la fiebre ardiente que enciende nuestro derecho, elevando los puños por el fragor del triunfo y el emblema de nuestra historia.