El nuevo paradigma

Hace 50 años el economista Milton Friedman publicó el ensayo ‘La responsabilidad social de las empresas es incrementar sus ganancias’, punto de partida de la construcción de un modelo corporativo enfocado solo en la maximización de la eficiencia a toda costa, sin mayor preocupación por agentes externos a sus accionistas o propietarios. ‘Capitalismo salvaje’, lo llamaron.

Tal modelo, copiado a medias y con las limitaciones del subdesarrollo, incrementó la desigualdad en una América Latina que, además, no pudo -ni quiso- controlar la corrupción.

El discurso ‘anti-empresa’ que sataniza a estructuras productivas que generan recursos para reinvertir y crecer, que aplasta iniciativas que mejorarían la competitividad, y que ataca a quien hace empresa, deberá despertar ante la única forma de levantarnos de esta crisis, que es apoyando a que la empresa privada reconstruya los empleos perdidos al coronavirus.

Aún falta gran camino por recorrer para entender que la empresa es sólo un elemento más del ecosistema legal, político y económico que compone a la sociedad moderna.

El cambio hacia un modelo más humano y responsable se plasma en el ensayo del ‘Nuevo paradigma’ (2016), publicado por la Universidad de Harvard y el Foro Económico Mundial. Propone buscar el balance moral entre el alto rendimiento y un propósito social. Los ‘nuevos’ principios empresariales serán ambientales, sociales y de gobernanza, y reconforta saber que algunas empresas en el Ecuador han ajustado su timón en esa dirección.

Corresponde, y no solo al gobierno, fomentar el planteamiento así como todo esfuerzo por replicar sus buenas prácticas.

La obsesión es la forma más resistente del capital intelectual.”

Eve Kosofsky Sedgwick (1950-2009) Pensadora y teórica crítica; EE.UU.

El conocimiento nos distingue pero la ignorancia nos une. Raphaël

Enthoven (1975- ) Filósofo y escritor; Francia.