Carolina Simon, psicóloga clínica, explica el impacto del confinamiento, la tendencia por el suicidio y el deseo de superación para enfrentar el futuro.
Para Carolina Simon, psicóloga clínica del Centro de Estimulación Temprana Ludoteca, hablar de la tendencia al suicidio por el confinamiento es un tema sensible y fuerte; pero a la vez es necesario determinar sus causas.
En contraparte, es optimista al pensar en el deseo de superación que la población ha desarrollado, tras el confinamiento y sus consecuencias.
¿Está la gente preparada para hablar del impacto que le ha causado el confinamiento?
El confinamiento trajo consigo una serie de acontecimientos que supuso nuevas maneras de convivir con la familia, de llevar los estudios y trabajo, así como la organización del día a día. Ciertamente es difícil contar lo que cada persona vivió durante el confinamiento, pero creo que no todo fue negativo. Paulatinamente todos podríamos hablar del impacto que nos generó el confinamiento, pero quizá no muchos se sientan preparados para hacerlo.
¿Qué fue lo positivo que dejó el confinamiento en los ecuatorianos?
Las personas aprendieron a reconocerse y construir nuevas realidades, cada una en su nivel peculiar. Hubo muchas situaciones de altos y bajos al mismo tiempo, alegrías y tristezas, desesperación. Inclusive tuvieron que experimentar las pérdidas de un ser querido o cercano.
¿Fue el confinamiento el único motivo para que incrementara la tendencia al suicidio?
Hay que valorar y buscar causas, enfermedades preexistentes de tipo mental, y el miedo creado por la estructura de la Covid-19, el manejo durante la pandemia de situaciones estresantes, las mismas que pudieron generar intentos autolíticos e incluso el suicidio. Se debería, además, contemplar un factor importante que es la ansiedad que muchas personas desarrollaron a partir de eventos puntuales como: las cifras alarmantes de enfermos y muertos por coronavirus, el desconocimiento del tratamiento, entre otras que se correlacionaron como la inestabilidad laboral, deudas, el mismo encierro e inclusivo el terminar vínculos importantes: familiares, sociales, laborales, de pareja, educativos, entre otros.
¿Cree que las personas se superen luego de este impacto?
Hay que tomar en cuenta que la pandemia nos cambió la vida y desde ahí podemos observar un antes y un después de la Covid, por varias circunstancias. Nos adaptamos a vivir bajo otras normas de convivencia y distanciamiento, cambiar ciertas costumbres e inclusive a cuidar nuestra higiene de mejor manera.
¿Qué nos depara el futuro?
Se espera que después de los acontecimientos, vivencias y aprendizajes por la pérdida de seres queridos, desgaste emocional y todo lo que ha ocurrido durante este tiempo, las personas reformen y reorganicen sus prioridades. Muchas de las personas ahora son más conscientes de su realidad y situación, por ello también se desarrollan mejores factores de defensa y cuidado personal e incrementaron sus habilidades personales, perfeccionaron sus vínculos familiares y sociales.