Sentencia de 34 años para mujer que envenenó a sus hijos

La mujer de 26 años mató a sus dos hijos y se la investiga por la muerte de un hombre.

El hecho ocurrió en 2020 en Pifo, parroquia rural ubicada al oriente de Quito. Tras envenenar a sus hijos, la mujer intentó suicidarse. 

Las víctimas fueron dos niños, de 5 y 9 años. Ambos murieron envenenados por su madre, Lissa María Caiza. El hecho ocurrió en Pifo (Pichincha), el 27 de octubre de 2020.

Sentencia

Tras 10 meses de la muerte de los menores llegó la sentencia. Un Tribunal de Garantías Penales de Pichincha encontró culpable a Caiza –en calidad de autora– del delito de asesinato, tipificado en el artículo 140, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Y la sentenció a permanecer en la cárcel por 34 años y ocho meses

La Fiscalía probó que los niños fueron envenenados la noche del 27 de octubre de 2020. Sus cuerpos fueron hallados la madrugada del siguiente día en un departamento ubicado en la parroquia quiteña Pifo. En el lugar vivían junto a su madre, quién intentó quitarse la vida tras cometer el doble crimen.

 

https://twitter.com/FiscaliaEcuador/status/1422553130462597123

 

La fiscal de la Unidad de Personas y Garantías de Pichincha, Elba Garzón, presentó durante el juicio un conjunto de pruebas periciales, testimoniales y documentales que fueron valoradas por los jueces antes de emitir su veredicto.

Testimonio del padre de los niños

Entre las pruebas constaron: el testimonio del padre de los niños, quien narró cómo la noche en que ocurrieron los hechos, la procesada –vía telefónica– le indicó que le escribió una carta y le aseguró que se llevaría lo de ella, refiriéndose a los menores.

A las 02:00 del 28 de octubre de 2020, él recibió otra llamada en la que Lissa Caiza le solicitó ayuda, pues se sentía mal debido a la ingesta de alguna sustancia tóxica. Una hora después, un agente de Policía le informó que debía acercarse a Pifo. Al llegar, el uniformado le informó que los niños estaban muertos.

Durante el juicio, la defensa de Lissa María Caiza intentó convencer al Tribunal de que los niños fallecieron producto del virus que produce la Covid-19, enfermedad que para la fecha ya habían superado.

La prueba pericial de Fiscalía echó abajo esa hipótesis. El examen médico-legista que se les practicó a los cadáveres reveló que la muerte se debió a una asfixia por broncoaspiración, edema pulmonar e intoxicación por una sustancia a determinar. El diagnóstico ‘post-mortem’ fue el mismo para ambos niños: los dos murieron por factores externos. Aquello fue corroborado por una pericia histopatológica, también expuesta por la fiscal Garzón.

No tenía problemas psicológicos

La valoración psicológica de la procesada confirmó que, cuando perpetró el crimen, estaba ubicada en tiempo y espacio. Sin embargo, en la diligencia ella negó haber victimado a los niños.

Además, Fiscalía presentó como prueba los testimonios del personal médico de las casas de salud en donde fue atendida Lissa María Caiza tras haber sido encontrada casi agonizante en su departamento por el personal de emergencias del Cuerpo de Bomberos.

Un tercer cadáver

En el departamento donde ocurrió el doble crimen, la Policía encontró un tercer cadáver; se trataba de un hombre de 28 años, a quien su familia reportó como desaparecido el 25 de octubre de 2020.

Por este hallazgo, Fiscalía abrió una instrucción fiscal que se tramita en la Unidad de Personas y Garantías. Presuntamente, el hombre  mantenía una relación sentimental con Lissa María Caiza. (AVV)

TE PUEDE INTERESAR:

Conoce cuándo compiten nuestros deportistas olímpicos. Da clic en ‘Salto alto a Tokio’