La pandemia profundizó el crecimiento de las plataformas digitales. Sin embargo, los repartidores ganan menos y trabajan más. No se supera $1,94 por hora.
Antes de la pandemia, solo en Quito el 23% de las personas con empleo ya estaban enroladas en plataformas digitales, sobre todo de entrega y transporte, según Pablo Brassiolo, especialista en economía laboral del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Eso significaba más 225.000 trabajos directos. Desde marzo 2020, esa cifra creció alrededor de un 42%, es decir, ahora se registran casi 320.000 trabajadores en la capital. A nivel nacional se podría llegar a más de 500.000.
Según un estudio del Grupo Faro, a pesar de ese crecimiento y expansión, las condiciones labores han empeorado. Así, Camila Ulloa, especialista de esa organización, explicó que, hasta 2019, un repartidor en una plataforma de entrega ganaba $400 mensuales; pero su remuneración actualmente ha bajado a $350.
Además, su carga laboral es de, al menos, 45 horas semanales. En otras palabras, en el mejor de los caso gana $1,94 por cada una de esa horas.
Si se analiza el ingreso neto, es decir, descontando los gastos básicos, lo que realmente le queda en el bolsillo a un repartidor son $216.
En el caso de los enrolados en apps de transporte, el ingreso bajó de $280 a $150 durante la crisis sanitaria. Eso representa $0,83 por hora.
Sin embargo, el ingreso neto es negativo y llega a -$80; con lo que la situación de precariedad es mayor.
Capital humano subutilizado
De acuerdo con el estudio de Grupo Faro, el 28% de los trabajadores de plataformas digitales tiene estudios de pregrado y posgrado terminados. En otras palabras, son personas capacitadas, e incluso con años de experiencia en su campo, pero que no han podido encontrar mejores oportunidades.
Un 8% adicional tiene estudios superior no universitarios; mientras un 53% acabó la secundaria.
Paulina Durango, viceministra de trabajo, aseguró que el Gobierno está consciente de esta realidad, y se deben buscar mecanismos para que esas labores tengan mejores remuneraciones y beneficios, como el acceso a la seguridad social.
A pesar de eso, la funcionaria reconoció que las plataformas digitales no están incluidas dentro de la llamada ley de Oportunidades laborales.
En Ecuador, como en la mayoría de países del mundo, los repartidores no son considerados como empleados por las empresas que manejan esas plataformas. En su lugar, son vistos como usuarios o «contratista independientes», por lo que no tienen contrato ni afiliación a la seguridad social.
La excepción es Reino Unido, donde la Corte Suprema británica dictaminó, el 19 de febrero de 2021, que los conductores de apps de transporte puedan ser considerados trabajadores y, por tanto, recibir los beneficios sociales correspondientes.
Protesta el año pasado
El 24 de agosto 2020, un grupo de 100 repartidores a domicilio realizó una caravana de protesta desde la Plataforma Financiera (norte de Quito) con dirección a las inmediaciones de la Asamblea Nacional.
Los trabajadores reclamaban un “pago justo” y mayor seguridad sanitaria para ejercer su labor. July Ramírez, dirigente del sindicato de repartidores, dijo que cada persona labora más de 10 horas diarias, siete días a la semana, en condiciones precarias. “Gastamos más de $200 mensuales en mantenimiento de los vehículos y combustibles”, señaló.
Además, piden que se restituya la tarifa base de un dólar y treinta centavos de kilometraje con la que trabajaron hasta noviembre del año pasado. La queja de la gente es que sus ingresos se han reducido considerablemente y no les alcanza para mantener a sus familias.
DATO.- El 97% de los trabajadores de plataforma digitales son hombres. El rango de edad entre los 25 y 54 años.
DATO.- Casi 7 de cada 10 repartidores son ecuatorianos. El resto son migrantes, sobre todo de Venezuela.