Quito y su Escudo de Armas

IDENTIDAD. Los alcaldes pueden cambiar la imagen de la ciudad, como marca, pero no los símbolos históricos. El escudo de Quito debe cumplir la norma de la Cédula Real del 14 de marzo de 1541.
Este es el escudo que usa la actual administración municipal.

En nombre del marketing y de la publicidad, la Alcaldía ha empezado a manipular el Escudo de Armas de Quito. Hacerlo implica desconocer los motivos y el mensaje —de varios siglos de historia— que yace detrás de cada elemento de tan importante símbolo.  

Por Paco Moncayo Gallegos

En los últimos días, importantes sectores de la ciudadanía han cuestionado la decisión de la Alcaldía Metropolitana de Quito de utilizar como marca de la ciudad el Escudo al que se ha añadido el oso de anteojos, el sol, las alas de la Virgen de El Panecillo, el geranio, las cúpulas de las iglesias y las montañas, como telón de fondo.

La primera cuestión es comprender qué es una marca de la ciudad. Según el especialista mexicano Arodi Morales Holguín: “… es una estrategia que busca, a través de mensajes, relacionar y promover conceptos como sensaciones positivas en los públicos, creando así una imagen de valor, la cual se sostiene en la esencia de su sociedad; en su identidad y cultura como elemento diferenciador”. Enfatiza luego al consenso que existe tras ella, al caracterizarla como “un pacto del gobierno con los ciudadanos sobre la visión que se tendrá de su ciudad, cuya meta demanda la participación de todos los involucrados; lo que exige un diálogo circular e inclusivo”. La marca ciudad es un conjunto de valores, características y estrategias para crear la identidad diferencial de una ciudad, que resulta de un gran acuerdo con los ciudadanos. 

Por otro lado, un escudo es el emblema heráldico que representa a una agrupación, familia, lugar, país o ciudad. Tiene la característica de un símbolo patrio o de una ciudad. Se entiende por símbolo al signo que establece la relación de identidad con una realidad a la que evoca o representa. El Escudo de la ciudad de Quito evoca y representa una historia centenaria que la ubica en una posición destacada en el concierto de las ciudades del mundo, por la trascendencia de su singular cultura que le valió el reconocimiento de la Unesco al incluirla – primera junto con Cracovia- en la lista de ciudades patrimoniales.

Siglos de historia

Recordemos la historia de este símbolo de la ciudad para poner el tema en contexto.

La fundación de Quito, dispuesta por Diego de Almagro, se produjo el 6 de diciembre de 1534. Sebastián de Benalcázar y sus tropas llegaron al lugar señalado para materializar la fundación. En esa fecha, el Cabildo asumió funciones y distribuyó los solares entre los 204 varones, dos de ellos negros, que acudieron a empadronarse.

Según el testimonio de uno de los soldados fundadores, — citado por el historiador Javier Gomezjurado en su libro ‘Historias del cabildo y de la ciudad’— se halló en el lugar “una fuerza grande de las cavas hechas a mano por los naturales para la defensa de los indios de guerra; y así, por esto, como por haber muchos tambos y casas, en las cuales había mucha comida de todo género y mucho ganado y ovejas de la tierra, mucha ropa y muchas pallas indias, ofrecidas al sol, que ellos adoraban, resolvió poblar allí, y así se pobló, año de 1534”.

Así consta en el Acta de la Villa de San Francisco de Quito: “En la çibdad de Santiago A veynte e ocho días del mes de agosto año del nasçimyento de nuestro saluador hiesuxrispo de myle E quinyentos e treynta e quatro años el magnyfico señor don diego de almagro mariscal de su magestad en estos rreynos de la nueva castilla por su magestad y lugar tenyente general de gouernador e capitán general en ellos por el muy magnifico señor el comendador don françisco piçarro adelantado gouernador e capitán general en ellos por su magestad e su magestad por la gracia de dios”. 

Lealtad y riqueza

Su Majestad el Rey, Carlos I de Castilla y V del Sacro Imperio Romano Germánico por Real Cédula de 14 de marzo de 1541 dada en Talavera, se dirigió a los Virreyes, Presidentes… etc. Informándoles que: “…ha ennoblecido a la villa de San Francisco del Quito, con el título de ciudad de San Francisco de Quito, y de las preeminencias, prerrogativas e inmunidades que debe gozar por ser ciudad…”.

En el mismo acto otorgó a la ciudad su escudo de armas, en los siguientes términos: … “Un castillo de plata metido entre dos cerros o peñas, con una cava al pie de cada uno de ellos de color verde, y asimismo encima de dicho castillo una cruz de oro con su pie verde que la tengan en las manos dos águilas negras grietadas de oro, la una a la mano derecha y la otra a la izquierda, puestas en vuelo, todo en campo de colorado, y por orla un cordón de San Francisco de oro en campo azul”. 

El castillo representa fortaleza, villa amurallada o ciudad de destacada importancia; los montes, la geografía de la ciudad, asentada entre volcanes y montañas; cada cerro muestra una cava (cueva), la cruz es un símbolo cristiano, las águilas fueron muy utilizadas por Carlos I como emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico; y el, cordón obedece a que el nombre de la ciudad fue dedicado a San Francisco.​

También, entre los títulos de Quito se encuentra el de ‘Ciudad muy noble y leal’: “El Licenciado Francisco Vaca de Castro, nombrado Juez Comisionado por el Emperador para sofocar los disturbios producidos por las pugnas entre los conquistadores, se dirige, entonces, a la Ciudad de Quito, cuyo Cabildo se reúne el 17 de octubre de 1543, y solicita se respalde al Rey en su justa lucha”. El Cabildo se pronuncia unánimemente a favor del Emperador y la Ciudad recibe el título de Muy Noble y Muy Leal, así como el Estandarte Real.

El 9 de septiembre de 1556 se creó la Gobernación de Quito. Fue designado gobernador Gil Ramírez Dávalos con la misión de fundar una ciudad en la región de cañari de Tomebamba, en la encomienda de Rodrigo Núñez de Bonilla. El 12 de abril de 1557, se cumplió con la fundación de ‘Santa Ana de los ríos de Cuenca’, sobre las ruinas de la ciudad inca de Guapondeleg.  

El 29 de agosto de 1563, el rey Felipe II dictó en la ciudad de Guadalajara la Real Cédula mediante la cual se funda la Audiencia y Chancillería Real de San Francisco de Quito, tal como consta en la Recopilación de Leyes de los Reinos de Indias en la Ley X del Libro II del Título XV (De las Audiencias y Chancillerías Reales de las Indias): “En la Ciudad de San Francisco de Quito, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y Chancillería Real […] y tenga por distrito la PROVINCIA de Quito”.

Un legado consolidado

Escudo de Quito.

En 1570, Juan Salazar de Villasante, que fuera gobernador y oidor en la Audiencia, se refiere a Quito: “… es la tierra más sana que hay en el Piru” y tan barata, “que no hay quien tenga necesidad”. Calcula su población en 400 españoles, y refiere que las casas son de “teja y madera y buen cimiento”. Pondera también que es “tierra abundantísima de trigo y de maíz más que cuantas hay en el Piru”; se produce también cebada, toda clase de frutas, y existe “abundancia de toda carne de vaca y carnero” que se exporta a “la ciudad de Los Reyes, y aun hasta Los Charcas, que estas seiscientas leguas de Quito”. 

Aparte de este recuento histórico, el Código Municipal, Capítulo II Art. 9, dispone: “Del escudo de la ciudad. El escudo de armas de la ciudad, símbolo de la fortaleza, nobleza y lealtad de Quito, deberá constar siempre en la bandera y en el estandarte de la ciudad en los términos en que se lo describe en la Cédula Real de 14 de marzo de 1541, es decir, “un Escudo sanítico zagmado en la parte superior. Su campo es de gules con bordadura azur y sobre ésta, lleva por Orla un Cordón de oro de San Francisco. Al centro del campo va un castillo de plata almenado a la güelfa y fortificado con tres torres; una de ellas álzase a manera de atalaya flanqueada por las otras dos; todo guarnecido de puertas y ventanas abiertas. Fúndase el castillo metido en la cumbre de dos cerros de su color, con una Cava verde central al pie de cada uno de ellos; dichos cerros nacen recíprocamente de los cuartos inferiores del escudo. El homenaje al castillo ya coronado con los siguientes atributos: una Cruz latina de oro con su pie verde, de donde la sostienen en sus garras, dos Águilas negras grietadas en oro, afrontadas y en actitud azorada. El escudo va timbrado por un yelmo de noble todo de oro cerrado a canceles también de oro con la cimera formada de plumas de gules y azur. Por guarnición lleva el escudo, un recorte encartuchado y ornamentado con una pluma de gules en cada uno de los dos extremos superiores, y un cuatrifolio en cada uno de los costados centrales de donde pende un racimo de frutas. El escudo de la ciudad tendrá 5 proporciones de largo por 3 de ancho, e irá como máximo en los dos rectángulos rojos del centro de la bandera de la ciudad”.

Identidad y patrimonio

Escudo de la administración de Pabel Muñoz.

El Escudo de Quito es un patrimonio de la ciudad y del país.  La Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural destaca la importancia que tienen los bienes culturales y “… la importancia que tiene para todos los pueblos del mundo, la conservación de esos bienes únicos e irremplazables de cualquiera que sea el país al que pertenezcan…”.

En el Artículo 4 los Estados Parte reconocen: “…  la obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en su territorio…”. En el artículo 5 asumen la obligación de: “…adoptar una política general encaminada a atribuir al patrimonio cultural y natural una función en la vida colectiva y a integrar la protección de ese patrimonio en los programas de planificación general”.

En conclusión, es importante que la autoridad del Distrito Metropolitano de Quito, sobre la base de los compromisos asumidos por el país, como parte de la Convención del Patrimonio Mundial y la norma del Código Municipal, revise la validez de utilizar como marca de la ciudad el Escudo de la ciudad con las modificaciones señaladas. Un informe del Cronista de la Ciudad y funcionarios del área cultural deberían avalar la decisión; además de la consulta a la ciudadanía.

Nota: además de las obras de los autores citados, el autor ha recogido citaciones de los documentos históricos oficiales del libro ‘Quito fue España: Historia del Realismo Criollo’, de Francisco Núñez del Arco Proaño.  

 

El Alcalde Pabel Muñoz ¿cambió el escudo de Quito?