El Alcalde Pabel Muñoz ¿cambió el escudo de Quito?

IDENTIDAD. Los alcaldes pueden cambiar la imagen de la ciudad, como marca, pero no los símbolos históricos. El escudo de Quito debe cumplir la norma de la Cédula Real del 14 de marzo de 1541.
Este es el escudo que usa la actual administración municipal.

Ciudadanos han iniciado una recolección de firmas, argumentado que el Alcalde busca cambiar el escudo; aunque la verdad se trata de una imagen ciudad y no un cambio del histórico símbolo.

Usted vive en Quito y un visitante, nacional o extranjero le pregunta ¿cuál es el eslogan de la ciudad? O ¿ cuál es la imagen representativa?, tal vez, la respuesta varíe entre uno y otro quiteño o, incluso, haya quienes no sepan qué decir.

Lo cierto es que la capital carece de una marca ciudad, ya que no existe una ordenanza que impida que en cada administración se cambie el eslogan, la imagen y hasta los colores que, más que identificar a Quito, identifican a determinada Alcaldía.

Pabel Muñoz, militante de la Revolución Ciudadana, no es la excepción y junto a la frase ‘Quito Renace’, presentó una imagen cuyo centro es el escudo de armas de la capital. Esto ha ocasionado críticas entre algunos ciudadanos que, inclusive, ya recolectan firmas, alertando que el nuevo Alcalde intenta cambiar el histórico escudo. Algo que es falso.

Símbolo patrio y marca ciudad

En Quito existe una ordenanza que regula los códigos simbólicos de la ciudad. El artículo 2 de esta norma señala que en la bandera siempre deberá constar el escudo con los términos que se describen en la Cédula Real del 14 de marzo de 1541. Indica también otras características, como las dimensiones que deben tener, los colores y los elementos.

Pabel Muñoz dijo que “en gustos y colores no discuten los doctores” y resaltó que “el escudo cumple con todos los elementos previstos en la normativa (…) ojo, el escudo de la ciudad no ha cambiado, pero para generar y activar este amor por Quito nos ha parecido importante tener esta imagen del Municipio”, señaló.

Es así, que el escudo de armas no tiene variantes, pero sí –para la marca ciudad– se han agregado los siguientes elementos:

El oso de anteojos, el sol, las alas de la Virgen de El Panecillo, el geranio, las cúpulas de las iglesias y las montañas. “Son parte del fondo con el que se presenta nuestro escudo (…) nos parece importante que estos elementos hagan de telón de fondo para nuestro escudo”, agregó el Alcalde.

Las aclaraciones del Alcalde se dan en torno, no solo a que haya a quienes no les guste la nueva imagen, sino a quienes han interpretado que se intenta cambiar el símbolo patrio de la ciudad.

De hecho, ya hay una recolección de firmas con más de 600 participantes, titulada “no al cambio del escudo quiteño”. (AVV)

Quito sin identidad

Los logos y frases institucionales de Quito han cambiado con cada gestión entrante.

Jorge Yunda, exalcalde, llevaba nueve días en funciones cuando buscó borrar lo que hizo el exalcalde Mauricio Rodas.

Así nació un logo con colores azul y rojo y la leyenda: ‘Quito grande otra vez’, aunque después también intentó posicionar el ‘Quito es mío’, con una imagen en la que resaltaba Zeus, el perro de Yunda, junto a elementos representativos de la ciudad como el monumento de la Mitad del Mundo.

Rodas también lo hizo, cambió la  imagen usada por su predecesor, Augusto Barrera y él con Paco Moncayo. Así pasó el nombre de ‘Quito, Distrito Metropolitano’ por ‘Quito, Alcaldía’, bajo un logo distinto.

Guarderas, pese a que sabía que su Alcaldía ‘encargada’ duraría 19 meses, también decidió poner su frase “Quito digno”.

Todos estos cambios administrativos no solo afectan a la identidad de los quiteños, sino que eliminan la posibilidad de construir y proyectar una marca ciudad, que permita a Quito posicionarse como atractivo turístico.

Daniel Merizalde, magíster en semiótica y estudios del lenguaje, dice que estas acciones representan una pérdida de tiempo y dinero, en cuanto a diseñar, elegir, implementar y posicionar un logo.

Inclusive en obras como el Metro de Quito hubo hasta cuatro logos, hasta concretar el final que hace referencia al sistema integrado de transporte Trolebús.

Impacto en el turismo

Édgar Valencia, licenciado en turismo y planificación territorial, señala que un proyecto turístico se establece a inicios de cada año y se planifica con un año de anticipación, de tal forma que el visitante planee ya el viaje; ese es el éxito de festividades posicionadas como los carnavales en Brasil o en Colombia, a los que asisten entre 500 mil y 700 mil visitantes.

Mientras tanto, en Quito no se superan los 190.000 visitantes. Uno de los eventos que tenía éxito y se descontinuó fue la Fiesta de la Luz que se instauró en 2018, durante la administración de Mauricio Rodas y congregó a 2,5 millones de asistentes.

Jorge Yunda, en un afán populista, propuso llevar la cultura a casa barrio, desvaneciendo totalmente la asistencia al Centro Histórico. Terminó con la Fiesta de la Luz que requería continuidad”, dice Merizalde.

Y es que inclusive las fiestas de Quito no consolidan un nombre: Augusto Barrera las llamó ‘Fiesta Q’; Mauricio Rodas la llamó ‘Quitonía’; Jorge Yunda las nombró ‘fiestas de la reconciliación’ y, finalmente, en 2021, Santiago Guarderas las llamó ‘fiestas de la reactivación’.

Otros festivales que no han logrado consolidarse han sido el QuitoFest, que se reactivó este 2022. Mientras que la Feria del Libro se realizó por dos lados: desde lo privado y desde el Municipio, que por primera vez la organizó y recibió críticas por parte de autores, libreros y público en general por la falta de información y deficiente señalética. La Secretaría de Cultura aún no ha hecho públicas las cifras de dicho evento.