¿Qué le falta a Quito para tener un sistema de transporte inclusivo?

PROBLEMA. Las personas con discapacidad deben vivir a diario los retos de movilizarse en el transporte público.
PROBLEMA. Las personas con discapacidad deben vivir a diario los retos de movilizarse en el transporte público.

Personas con discapacidad viven un reto diario en Quito: moverse en una ciudad poco inclusiva. Conozca qué le hace falta a la ciudad.

Su voz se quiebra ligeramente al recordar lo que ha vivido con su hijo. «Lo siento, pero estos temas me duelen y me hacen llorar», dice Edwin Gavilánez, presidente de la Fundación para la Vida Ariel Chicho Gavilánez.

Fundó ese espacio por lo que ha vivido con su pequeño de 12 años, quien padece la enfermedad de Duchenne. Este padecimiento le ha ocasionado una discapacidad física del 100%.

Gavilánez hace una pausa y cuenta una de las anécdotas que más le ha marcado sobre la importancia de trabajar por la inclusión, hasta en cosas tan simples como el transporte público.

«En una ocasión debía tomar un bus con mi hijo. Saqué la mano para que el conductor de un bus parara y, viendo que estaba con silla de ruedas, no se detuvo. Esto, en el Girón de Chillogallo. Nos tocó caminar desde ahí hasta la parada de Fundeporte del Corredor Sur Occidental para poder tomar un bus», explica.

Las repetidas ocasiones que vivió esto, le obligaron a tomar taxi para moverse por la ciudad. Esto hizo que sus gastos en transporte pasaran de $1 a $16 diarios ($8 por viaje) cuando debía salir al hospital.

Casos como este también lo viven a diario los beneficiarios de su fundación, quienes también se ven afectados por la falta de rampas de acceso para sillas de ruedas y la poca capacitación que reciben los operadores de transporte. Por esto, buscan incentivar la creación de políticas públicas que generen cambios.

 Otras discapacidades

La falta de inclusión también es una realidad para personas con otros tipos de discapacidad. Así lo confirma William Damián, presidente de la Sociedad de Ciegos de Pichincha ‘Luis Braille’.

Él, en una ocasión cuando intentaba subir a una unidad del Trolebús, no pudo calcular el tamaño de la rampa para abordar. Cayó con su pie izquierdo y el derecho se sostuvo en la rampa. «No solo me ha pasado a mí. Conozco compañeros que han terminado con fracturas por este tipo de accidentes», explica.

Damián asegura que se necesitan implementar medidas integrales de inclusión que adecúen los espacios físicos, pero también capaciten al personal para el apoyo a personas con discapacidad.

«Reto a las autoridades a ir a una estación del trolebús, ponerse una venda en los ojos y tomar el transporte solo con la ayuda de un bastón», dice. «Las personas no entienden lo complicado que es vivir en la oscuridad«.

Desde conductores que no consideran su condición, buses que no paran y taxistas que piensan que no va a pagar. Todas se han convertido en retos del día a día para las personas no videntes.

Damian insiste en la necesidad de implementar políticas públicas que garanticen la accesibilidad al transporte público.

Lineamientos mínimos

El Municipio activó la mesa técnica interinstitucional para promover la accesibilidad en el transporte público desde mayo de 2022. Como parte de esta iniciativa, se ha presentado un Plan de Acceso Universal al Transporte Público, que incluye varios ejes de acción.

Según Fernando Sánchez Cobo, secretario de Inclusión Social de Quito, este plan incluye programas de capacitación para operadores del transporte e intervención en paradas del sistema municipal para promover la accesibilidad.

Recalca que uno de los logros alcanzados por este plan es la implementación de lineamientos mínimos de accesibilidad (como la colocación de rampas intermedias para personas de estatura pequeña) en unidades de transporte público. Desde 2024, las operadoras deberán cumplir con estos lineamientos para acceder a una licencia de funcionamiento.

El objetivo es promover las adecuaciones en todo el sistema de transporte municipal, como el Metro, Trolebús y Ecovía, y en las más de 7.000 unidades del transporte público.

Por su parte, la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros ha aportado con la colocación de pisos podotáctiles, pantallas informativas con audio y lengua de señas, y rampas de acceso.

Cobo destaca la importancia de que estos procesos se impulsen también desde la próxima administración, con la ejecución y presupuesto necesarios. (ECV)

63% de las paradas del sistema municipal de transporte ya cuenta con modificaciones en temas de accesibilidad para personas con discapacidad.
2.300 de los 7.200 operadores del transporte público ya han sido capacitados en temas de Inclusión.

«Las personas no entienden lo complicado que es vivir en la oscuridad», William Damian, presidente de la Sociedad de Ciegos de Pichincha.