Niveles de aprobación del presidente Noboa pueden cambiar el panorama político en un año preelectoral

ADMINISTRAR. Una gestión que responda a las necesidades de los ciudadanos puede romper las bases del correísmo. Foto: Presidencia
ADMINISTRAR. Una gestión que responda a las necesidades de los ciudadanos puede romper las bases del correísmo. Foto: Presidencia

La lógica de “guerra” en un primer momento ha generado “aprobación” en un país agobiado por la delincuencia. La política de mano dura da réditos, pero no se debe caer en el triunfalismo

Aunque todavía es muy temprano en este año preelectoral, la alta aprobación del presidente Daniel Noboa en sus primeros 60 días lo comienza a consolidar como el principal protagonista en la carrera presidencial del 2025.

No son pocos los analistas que sugieren que el 80% de la aprobación que señalan los estudios de Comunicaliza, son consecuencia de directa de la “desesperación” de la población ecuatoriana ante los embates de la inseguridad y una respuesta lógica luego de la decisión presidencial de combatir con contundencia al crimen organizado con los efectivos de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

También se abren interrogantes que deben ser revisadas por todos los movimientos y partidos que formarán parte de la carrera presidencial próxima a ser convocada por el Consejo Nacional Electoral obedeciendo el mandato constitucional.

Una de las grandes interrogantes que se abre es si la alta aprobación podría convertirse en un factor que altere el clima de gobernabilidad que se mantiene en el seno del Asamblea Nacional, que permite la convivencia, hasta ahora sin sobresaltos, entre el Partido Social Cristiano (PSC), el Movimiento Revolución Ciudadana (RC) y la alianza oficialista Acción Democrática Nacional (ADN).

Los académicos y analistas políticos, Simón Pachano y Franklin Ramírez Gallegos acotaron que la aprobación presidencial todavía puede disminuir, toda vez que con el paso del tiempo perderá fuerza el efecto que ha tenido en la opinión pública y en la ciudadanía la acción de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional contra el crimen organizado, después de los ataques del pasado 09 de enero de 2024.

Administrar el buen momento

Simón Pachano, politólogo y académico destacó que el mandatario nacional, Daniel Noboa debe tratar de administrar la aprobación que en este momento tiene y seguir tomando decisiones que le permitan fortalecer su conexión con la ciudadanía.

El académico dejó claro que los niveles de aprobación de la gestión del Noboa están ligados al “sentimiento de tranquilidad de la gente por la presencia militar en las calles”, situación que con el paso de los días previsiblemente disminuya.

Acotó que por el momento esta fuerza en la gestión “es difícil pensar que se pueda trasladar directamente al campo electoral, aunque sí le da fuerza a él”.

Pachano destacó que el desarrollo de la gestión y el sostenimiento de los niveles de aprobación, “van a depender mucho de cómo administre él (Noboa) ese apoyo y cómo logre mantenerlo, o que no disminuya mucho, lo más probable es que se mantenga o que baje”.

Advirtió que un repunte en las acciones delictivas podría hacer que la gente comience a perder el apoyo y la confianza sobre el mandatario, a menos que “él responda rápidamente”.

Al revisar la posible estrategia de la Revolución Ciudadana de cara a la carrera electoral próxima a comenzar, Pachano puntualizó que “lo más probable es que la Revolución Ciudadana, opte por ponerse más duros en la Asamblea Nacional, es decir, empezar a hacer que fallen en las propuestas de Noboa, no dar paso a la elevación del IVA, que todavía no está decidido, por ejemplo”.

Para Simón Pachano, la RC comenzará a “ir rompiendo el acuerdo, sin romperlo, ir debilitando a Noboa, erosionándolo desde la Asamblea Nacional”.

Advirtió que un problema dentro del correísmo será encontrar una figura con capacidad para asumir el liderazgo, “no hay nadie que pueda asumir una posición, primero propia y segundo, que vaya a sustituir de alguna manera a Rafael Correa. Eso es imposible. La RC está configurada alrededor de Correa y cuando ellos se autodenominaron borregos en la campaña, lo reconocieron de esa manera”.

Reacomodo en la RC

Para el académico y analista político, Franklin Ramírez Gallegos, la proximidad del nuevo proceso electoral presidencial, que deberá ser convocado por el Consejo Nacional Electoral en el mes de febrero o marzo, generará cambios en la estabilidad que hasta ahora se desarrolla en la Asamblea Nacional.

Para Ramírez es evidente que sí se mantienen estos niveles de aprobación a la gestión de Daniel Noboa, “la Revolución Ciudadana y sus candidaturas para el proceso electoral, tendrán que cambiar su posicionamiento en una segunda parte del gobierno, de aquí a tres meses va a tener que modificar, habrá que ver cómo se reacomodan”.

Advirtió que si el Gobierno de Noboa “le va bien” y puede salir de la lógica de la “guerra y la militarización” podría penetrar en sectores populares que tradicionalmente han apoyado al correísmo.

Dejó claro que “incluso las bases del correísmo lo van a apoyar. El país está harto de tener gobiernos que no respondan a sus demandas; fue el caso de los seis años de (Lenín) Moreno y (Guillermo) Lasso, que es prácticamente un gobierno conjunto. Entonces, un gobierno que responde mínimamente a las demandas sociales, puede apuntalar con fuerza su candidatura, y eso le va a golpear a la Revolución Ciudadana”.

A su juicio la fuerza que ha mantenido la Revolución Ciudadana a lo largo de los últimos años se ha visto fortalecida, gracias a gobiernos que se han desarrollado con “mediocridad”, aunque apuntó que todavía es temprano para desarrollar este análisis. (ILS)

Aprobación presidencial debe analizarse con pinzas

Ramírez Gallegos, al revisar el resultado de la encuestadora Comunicaliza en la que Daniel Noboa tiene el 80% de aprobación y se acerca al 70% en provincias tradicionalmente dominadas por el correísmo, puntualizó que estos números deben “ser tomados con pinzas”.

Para el académico, “hay que tomar con pinzas este dato que tiene que ver con los resultados del decreto 111 y a la militarización del país y cómo se está vendiendo el conflicto armado interno y la guerra que ha declarado el presidente”.

Apuntó que “hay una suerte de propaganda de guerra que vende bien la imagen de los militares en operaciones en diversos territorios”, y advirtió que la lógica de las humillaciones y vejaciones a los sectores populares no podrá mantenerse en el tiempo.

Recordó que, en otros países, donde se ha desarrollado una lógica guerrerista contra los grupos delincuenciales, cuando se produce la respuesta por parte de las bandas criminales, pueden elevarse los niveles de violencia, como sucedió en México. En este sentido, recomendó bajar el “triunfalismo”.

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