En Ecuador hay servicios para brindar múltiples beneficios a las mascotas, que van desde pasteles personalizados hasta taxis a domicilio e incluso bancos sanguíneos.
Las mascotas ya son parte de los miembros de la familia. A esto, se lo ha denominado como un nuevo tipo familiar: interespecie, donde se evidencia que los animales domésticos aportan numerosos beneficios para los humanos, como la reducción del estrés, la generación de dopamina y oxitocina y aprender a tener una responsabilidad.
Dada esta tendencia, empiezan a emerger servicios diseñados para satisfacer a las mascotas en varios ámbitos: seguridad, estética, nutrición, emergencias…
Así pasamos de un concepto ‘pet friendly’ a uno nuevo: ‘pet family’.
Banco de sangre
El primer banco sanguíneo de mascotas, llamado ‘Drop of life’, surgió en 2020 en Quito. Se especializan en productos hematológicos veterinarios para canes y gatos.
Exponen que las donaciones de sangre son muy importantes para que existan reservas de sangre que puedan ser utilizadas para que otras mascotas salven su vida.
Hasta el momento, han logrado ayudar a alrededor de 60 perros y gatos con sus productos y continúan creciendo.
Cuentan por el momento con una red de donantes de 14 perros y 5 gatos.
Explican que en casos de necesitar sangre para una mascota, ahora la responsabilidad de conseguir el producto ya no recae en el propietario, lo que creaba complicaciones para conseguir un tipo sanguíneo de calidad.
Pensado para perros
‘Perrocafé’ es un restaurante adaptado tanto para humanos como para perros ubicado en la vía Intervalles, en la capital.
Existe desde el 2019 y está diseñado para manejar la psicología de los perros. Tienen un menú especializado, un parque canino y promueven la adopción ofreciendo descuentos en precio a perros que hayan sido recogidos o adoptados.
Prótesis, farmacia y transporte
La movilización también es un problema cuando se tiene mascotas. Muchas veces es difícil conseguir un taxi que transporte a un perro o un gato en una emergencia, pues suelen cobrar más dinero o se molestan por la suciedad que pueda provocar.
Esta necesidad la descubrieron tanto Marco Lozada como Evelyn Jumbo, quienes ofrecen estos servicios en Guayaquil, en emprendimientos distintos.
‘Taximascotas’, según Lozada, surge primero como una necesidad de movilizar mascotas físicamente discapacitadas, pues su perro quedó paralítico por una enfermedad.
Así surgió ‘Mascotas sobre ruedas’, un servicio para suplir con prótesis, sillas de ruedas y otros elementos; y, ‘Taximascotas’, para movilizar perros y gatos a veterinarios, a otras provincias e incluso a otros países.
“Al final transportamos a un miembro de la familia. Para muchos son hijos, sobrinos, nietos… Hay gente mayor cuyas mascotas son su sustento para mantenerse activos y contentos. Y nos gusta poder ayudar a movilizar a estos seres queridos”, dice Lozada.
Otro servicio adicional de Lozada incluye ‘Farmamascotas’, una línea de farmacia para mascotas con entregas a domicilio.
En el caso de ‘Autopet’, la idea surge de una manera similar. Su mascota se enfermó y no había taxis disponibles para llevarla al veterinario, así que Evelyn Jumbo y su marido Eloy Rea decidieron crear taxis de mascotas para ayudar a otras personas.
Su servicio se enfoca en traslados a veterinarios y a donde el cliente prefiera, pero también atienden emergencias veterinarias en donde no exista peligro de que la mascota sea agresiva para los conductores.
Además, cuentan con un refugio con 30 mascotas: 20 gatos y 10 perros. También promueven la adopción, la esterilización y la concientización de la tenencia animal.
Gastronomía especializada
También existen espacios que consienten a las mascotas de otra forma. Este es el caso de ‘Doggy Dog’, un sitio de repostería canina creada por Grecia Sánchez, donde ofrece snacks naturales revisados por profesionales veterinarios y de nutrición canina.
“A nuestros clientes les gusta celebrar los cumpleaños de sus mascotas con pasteles especializados con frutas, hortalizas y pollo”, enfatiza Sánchez.
*Este es un reportaje de Alejandra Larrea, a través de LaHoraLAB, junto a la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).