Tener una enfermedad autoinmune es un calvario en Ecuador

Este tipo de enfermedades constituyen una especie de autosabotaje del organismo.
Este tipo de enfermedades constituyen una especie de autosabotaje del organismo.

Quienes padecen este tipo de dolencias tienen dificultades de diagnóstico y también para costear los tratamientos en medio de las carencias estatales.

Por: Victoria Velasco
Estudiante de Periodismo
Universidad San Francisco de Quito (USFQ)

Las enfermedades autoinmunes tienen una incidencia de 90 por cada 100.000 habitantes, de los cuales el 80% son mujeres, según estudios científicos publicados en la revista Medicina Interna de México. Dichas mujeres se encuentran en su edad productiva, por lo que actividades cotidianas se interrumpen por sus patologías. Muchas de ellas fueron erróneamente diagnosticadas como hipocondríacas en las primeras etapas de la enfermedad.

Se conoce como enfermedades autoinmunes a las patologías que afectan el sistema inmunológico, y como consecuencia, producen un error en la identificación de células normales vs invasores extraños. Cuando esto sucede, el cuerpo produce anticuerpos que atacan a las células y tejidos normales. Es decir, una especie de autosabotaje.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 80 tipos de trastornos autoinmunes. Los casos más difíciles de tratar son aquellos en que subsisten varias patologías simultáneamente, como puede ser el caso de sufrir de artritis reumatoide y urticaria vasculitis.

 

Orígenes inciertos y tratamientos costosos

Muchas de estas enfermedades presentan una causa incierta. No obstante, se ha demostrado que pueden tener un origen genético, así como por exposición a virus o bacterias y psicosomático. “No tienen una causa determinada, sin embargo, hay muchos factores que influyen en su desenvolvimiento”, señala Consuelo Castro, médica especialista en reumatología y artritis.

Uno de esos factores es el emocional y por eso se debe promover un tratamiento integral. “La importancia de la medicina es ver al humano de una forma integral, no solo darle tratamiento para un síntoma”, afirma Juan Diego Maldonado, especialista en medicina biológica y neuropsicología. Para Maldonado, los pacientes con enfermedades autoinmunes necesitan acudir a la psicoterapia y mantener una alimentación apropiada según el caso.

“Nosotros somos lo que comemos. Aparte del tema emocional que es muy importante, se ha visto y comprobado con los últimos estudios (oligoelementos en la nutrición), por ejemplo, que una deficiencia de ciertos oligoelementos y nutrientes empeora los síntomas de los pacientes e incluso los afecta a nivel cerebral y hormonal”, afirma Maldonado. Los oligoelementos son minerales presentes en el organismo y que permiten su correcto funcionamiento, entre estos están el Yodo, Selenio y Zinc.

Vivir con cualquiera de estas enfermedades es un condicionante económico, social, laboral e incluso académico, ya que los periodos de crisis, las visitas al médico y los síntomas pueden irrumpir en las actividades diarias. “La paciente se incapacita y le es difícil reincorporarse a la vida laboral”, afirma Castro. Además, los tratamientos suelen ser más costosos en comparación a los de las enfermedades comunes. Por ejemplo, en Estados Unidos, el costo anual de la atención médica para alguien con lupus es de $33.223. Por otra parte, para alguien que padece de gastritis es de hasta $3.000 por año aproximadamente.

Glenda Gudiño (50 años), diagnosticada con lupus e insuficiencia renal, reconoce lo complejo de vivir con estas patologías. Lleva 13 años enfrentándolas. “Son caras. Se ha tenido que luchar en el IESS; a veces hay medicina otras veces no. Siempre hay carencia de algo”, cuenta. Para ella, estas enfermedades afectan de igual forma a hombres y mujeres; en ambos casos son “difíciles de afrontar tanto psicológica como físicamente”. Sin embargo, su fe y apoyo familiar han sido pilares fundamentales para seguir adelante.

La predisposición genética

Estudios científicos han demostrado cómo y porqué este tipo de enfermedades afectan principalmente a las mujeres. La Fundación del Lupus de Estados Unidos estima que cerca de 1.5 millones de personas padecen de lupus en dicho país, de las cuales el 90% son mujeres. Según la fundación, las mujeres latinas son más propensas a sufrir de la enfermedad debido a predisposiciones genéticas.  «Debido a que las latinas tenemos ascendencia afro caribeña, negra e hispana, podemos contraer la enfermedad», explica Naomi Varela, especialista en reumatología, para la revista Medicina y Salud Pública.

En las familias es común encontrar patologías hereditarias. Miriam Velasco, diagnosticada con hipotiroidismo, comparte la enfermedad con seis mujeres de su familia. Dos de ellas han sido sometidas a la tiroidectomía –remoción parcial o total de la glándula tiroides– por convertirse en células cancerígenas. El hipotiroidismo, así como la enfermedad de Hashimoto son “hereditarias y prevalentes en las mujeres”, según Maldonado.

Las enfermedades autoinmunes no necesariamente deben ser raras o reúnen una serie de condiciones. Son más comunes de lo que pensamos, sin embargo, se mantienen a la sombra por ser silenciosas y poco atendidas por el sistema de salud.