Advierten sobre las verdaderas intenciones de la guardia indígena

VIGILANCIA. La principal función de la guardia indígena es la de protección, según autoridades del movimiento. (Foto: Facebook Eduardo Mendúa)
VIGILANCIA. La principal función de la guardia indígena es la de protección, según autoridades del movimiento. (Foto: Facebook Eduardo Mendúa)

El asesinato de un alto dirigente indígena pone en debate el propósito de las guardias indígenas. Conozca las alertas.

El asesinato del líder indígena Eduardo Mendúa, en Sucumbíos, puso nuevamente la mirada en las guardias indígenas y su uso por parte de algunos dirigentes como fuerzas de choque para enfrentar a la autoridad del Estado.

Desde la cosmovisión del movimiento indígena, estos grupos son creados para proteger la seguridad de las comunas y para patrullar y vigilar el espacio de los territorios ancestrales, en defensa de las acciones de la política extractivista que supuestamente vulnera al medio ambiente y al agua.

Si bien este argumento podría ser considerado valedero, expertos en materia de seguridad alertan sobre la degeneración que se ha venido observando en el uso práctico de la guardia indígena y su potencial para desestabilizar la democracia.

Teoría del micro Estado

El exmilitar y experto en temas de seguridad Mario Pazmiño explicó a LA HORA que estos grupos vienen desarrollándose desde hace muchos años, respondiendo a la teoría que manejó el Gobierno del presidente Rodrigo Borja(1988-1992), sobre los micro Estados.

Detalló que “el Gobierno de Borja asignó espacios territoriales bajo el concepto de territorios ancestrales».

A su juicio, este tipo de estructuras “le quita la soberanía al Estado ecuatoriano y le resta sus atribuciones constitucionales, por lo tanto allí hay un problema sumamente grave que está enmarcado en la Constitución”.

Advierte que el uso de estos grupos armados en las protestas sociales podría calificarse cómo “terrorismo urbano”.

Por su parte, Andrés Tapia, dirigente amazónico y coautor del libro “Estallido. La rebelión de Octubre en Ecuador”, con Leonidas Iza, sostiene que esta estructura tiene como objetivo primordial proteger a las comunidades de las amenazas externas.

Tapia señaló que las funciones de la guardia indígena “son más de mediación, no se da un enfrentamiento. Ellos conocen los límites y linderos de las comunidades, si hay algún tipo de amenaza ellos van a estar presentes, para señalar que es un territorio comunitario”.

Asegura que es una estructura de personas organizadas que brinda servicios de seguridad interna a las comunidades, brinda servicios sociales.

Activación de la guardia

Los argumentos de Andrés Tapia contrastan con las acciones y el discurso del dirigente de la Confeniae, Marlon Vargas, quien en el sepelio del asesinado Eduardo Mendúa amenazó  a los trabajadores de Petroecuador en la Amazonía y al propio Gobierno Nacional.

“Desde la Confeniae exigimos la retirada inmediata dentro de 24 horas, que se retiren todos los trabajadores de Petroecuador del territorio de la nacionalidad A’i Cofán”, fueron las palabras de Vargas.

El líder de la Confeniae fue tajante al dirigirse al Gobierno: “Escúchenme señores autoridades, estamos en capacidad de mover a toda la estructura de la guardia indígena de toda la Amazonía y del Ecuador y este territorio es territorio libertado (sic), vamos a hacer en todo el territorio campamentos de vida y vamos a luchar”.

Con estas palabras, la argumentación sobre una guardia indígena “mediadora” queda en duda y dan pie, de hecho, a las advertencias que hizo el exministro del Interior, Patricio Carrillo.

Para Carrillo, la guardia indígena es un grupo que “no tiene límites para actuar, que recibe financiamiento para recibir una preparación, que básicamente se les encuentra en los espacios de protesta social y lo hacen a manera de un alzamiento colectivo y violento”.

El exministro asegura que está actitud viola “su propia cosmovisión, pues debería servir para proteger el ambiente y para garantizar la seguridad”.

Preocupaciones y control

Carrillo menciona que es preocupante la forma como están desarrollándose estos grupos en los territorios ancestrales y, también, la forma como algunos dirigentes indígenas hacen uso de ellos. “Básicamente es tener un ejército para enfrentar a la fuerza del Estado cuando existen estos espacios de desestabilización”.

Indicó que existe evidencia fotográfica y en videos de las armas usadas por estos grupos en las últimas protestas en la ciudad de Quito, por lo que advierte que si no hay un control y un límite a estos grupos, la situación podría degenerar en hechos como el ocurrido la semana pasada en la población de San Vicente del Caguán, en Colombia.

“Nosotros no estamos exentos de lo que acaba de suceder en el Caguán, porque han aprendido a actuar sin límites”, precisó.

Para el exmilitar Mario Pazmiño, la guardia indígena “está siendo utilizada y empleada en este tipo de confrontación con estructuras de minería ilegal, pero también hay que ver que gran parte de estas estructuras están participando en acciones de tomas de ciudades. Y eso es negativo”.

Dejó claro que el uso de estos grupos para el cierre y la toma de pozos petroleros es un error, pues “eso está negado y prohibido dentro de la Constitución”.

Protección ambiental

Tanto el exministro Carrillo como Mario Pazmiño coincidieron en que el uso de estos grupos estrictamente apegados a la cosmovisión de dar seguridad y proteger al medio ambiente sería correcto,al permitir un patrullaje más efectivo contra actividades ilícitas cómo el narcotráfico, la minería ilegal y la deforestación de los bosques.

Aunque advirtieron que la responsabilidad de enfrentar a los grupos delictivos no es de la guardia indígena, sino del Estado ecuatoriano.

Para Pazmiño, es claro“ el propósito de precautelar y cuidar los territorios ancestrales”, que dice estaría bien, “porque hay bastante depredación del medio ambiente, situaciones que se están presentando no solo el tema de la depredación, sino también la presencia de grupos armados y grupos de narcotráfico en el Amazonas”, por lo que puntualiza que esta guardia indígena puede frenar su avance progresivo. (ILS)