«Hay un juicio político en contra de Guillermo Lasso que está en marcha y el Pleno deberá decidir si continúa»: Pierina Correa

CANDIDATA. Pierina Correa encabeza la lista de aspirantes a asambleístas de la Revolución Ciudadana.
CANDIDATA. Pierina Correa encabeza la lista de aspirantes a asambleístas de la Revolución Ciudadana.

Pierina Correa cree que si el buró del movimiento, o su hermano Rafael, consideran que debe presidir la Asamblea, seguramente, se gestionarán los apoyos para que sea así.

Pierina Correa Delgado, hermana del expresidente de la República, Rafael Correa, encabeza la lista de asambleístas nacionales para el periodo legislativo 2023-2025 por el movimiento Revolución Ciudadana. En una entrevista con LA HORA, dice que si el buró del movimiento, o Rafael (Correa) consideran que debe presidir la Asamblea, seguramente, se gestionarán los apoyos para que sea así; y si se considera que hay un mejor perfil, tanto de su movimiento político o de otra agrupación, en términos de gobernabilidad, también se apoyará.

Cree que la Revolución Ciudadana “volverá con fuerza” a la Asamblea y no descarta ser el bloque más numeroso que podría conformarse con 60 legisladores. Considera que, en el país, el anticorreísmo se ha ido reduciendo poco a poco.

En el plan de gobierno de la presidenciable Luisa González, consta la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Sin embargo, Pierina Correa es de la opinión que no habrá tiempo, y que eventualmente, si vuelven a ser Gobierno en 2025 se generarán mejores condiciones para realizar esta convocatoria. Recuerda que, en el camino, también se pueden realizar enmiendas constitucionales desde la Asamblea.

En el último periodo legislativo que quedó truncado con la “muerte cruzada”,  Correa presidió la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes.

P. ¿Cuáles son las proyecciones para llegar a la Asamblea?

Tenemos claro que vamos a llegar con fuerza a la Asamblea, como ya lo hicimos en el año 2021. Pensamos que en esta ocasión será mayor y el bloque más numeroso con aproximadamente 60 asambleístas e inclusive podría ser mayor, con uno o dos más, considerando que hay personas que se deciden a última hora, aunque el número de nulos, blancos e indecisos ha ido bajando. A esto se suma que hay movimientos que no han presentado listas nacionales ni candidatos como Pachakutik, la Izquierda Democrática y el movimiento oficialista Creando Oportunidades (CREO).

P. ¿Esto les ha fortalecido?

En los recorridos, caminatas y caravanas se siente un apoyo rotundo, ya no veo ninguna resistencia. Antes, por ejemplo, cuando caminábamos nos ponían el pulgar hacia abajo, pero esta vez ni eso. La gente pide a gritos que traiga a mi ñaño (Rafael Correa) de regreso porque lo necesitan. La ventaja es que ahora la gente puede comparar los dos gobiernos de Rafael versus las administraciones de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Hay detractores que incluso a regañadientes dicen que con Correa estábamos mejor, así que tenemos tranquilidad.  Cuando estuvimos en la Asamblea hicimos un buen trabajo y eso conoce la gente. Tenemos muy buena acogida.

P. ¿Quiénes son los detractores?

No se trata de decir personas con nombres y apellidos, sino en general de personas autodeclaradas anticorreístas que votaron por Guillermo Lasso. Incluso hay algunos empresarios que dicen que con Correa estábamos mejor, que por lo menos había reglas y hojas de ruta claras. Es un clamor en general, hay personas que, por último, no simpatizan con Correa pero han tenido la madurez de reconocer que con Correa estábamos mejor. El anticorreísmo se ha ido reduciendo poco a poco. El sector agropecuario decía que con Correa teníamos los kits; los pescadores decían que con Correa teníamos chatarrización y acceso a créditos.

P. ¿Qué proyectan de llegar a ser el bloque más numeroso?

Aun siendo el bloque más numeroso no alcanzará para poder tomar decisiones por nosotros mismos. Para poder gestionar leyes y conseguir apoyos igual será necesario mantener diálogos con otros bloques, y eventualmente alianzas. Cuando esté conformada la Asamblea, después de las elecciones, tendremos que ver qué grado de afinidad tenemos con los otros bloques para llegar a acuerdos o alianzas sobre temas puntuales.

P. ¿Cuáles serían los temas?

Leyes en las que tengamos intereses en común. Pero ahora yo no puedo definir el plan de trabajo legislativo.  Una vez que lleguemos a la Asamblea y estén designadas las autoridades, se definirán los ejes temáticos en los que vamos a trabajar y propondremos una priorización de las leyes. En el trayecto pueden surgir pedidos de sectores productivos o sociales respecto de la necesidad de una reforma o una ley nueva.

P. ¿Les preocupa que no vuelvan a ser una mayoría sólida? ¿Se aliarán con el Partido Social Cristiano?

No nos genera temor para nada; en el último periodo fuimos 47. Se trabajará para poder completar la votación que se requerirá para aprobar leyes. Las alianzas son siempre una posibilidad, no solo con ellos (el PSC). No le podría decir un contundente sí o no, pero habría que ver quiénes, cuántos y cómo llegan, y con quiénes eventualmente se podría tener puntos en común. Una alianza es parte del quehacer parlamentario y nunca puede ser desterrada, sea con los socialcristianos o con otras bancadas. En el periodo legislativo que se truncó tuvimos votaciones unánimes porque se conversó con todos de que eran necesarios los apoyos.  El interés no es estar en continua bronca con la oposición, sino buscar puntos medios para poder lograr la votación que se requiere para pasar las leyes.

P. En el plan de gobierno de la candidata presidencial Luisa González consta la convocatoria a una Asamblea Constituyente. ¿Ya hay una decisión al respecto?

Convocar a una Asamblea Constituyente siempre es una opción. Han pasado 15 años desde que aprobamos la de Montecristi y en ese transcurso de tiempo han ocurrido algunas cosas como la consulta de Lenín Moreno, que de manera ilegal e ilegítima decidió conformar un Consejo de Participación Ciudadana ocasional con (Julio César) Trujillo a la cabeza y que tenía supuestamente un tiempo de duración, pero Trujillo se eligió por encima de la Constitución y hasta de Dios, e incluso tomó decisiones fuera de tiempo para el cual había sido designado ese Consejo.

P. ¿Qué hizo el Cpccs-transitorio?

Ese Consejo recibió algunos encargos como el nombramiento vía concursos de algunas autoridades, entre ellas la Fiscalía. Allí es donde vimos el papelón que hizo la Fiscal (Diana Salazar), en la prueba oral en la que repitió, redundó y no explicó absolutamente nada y por eso se ganó el mote de 10/20 y, sin embargo, quedó como Fiscal.

En general, hay algunos temas y procesos que hay que revisar porque fueron hechos de manera ilegal e ilegítima. Puse como ejemplo el de la Fiscal porque es el más conocido y el de más vergüenza.

P. ¿Qué más se debería revisar?

Hay temas, por ejemplo, ahora por primera vez se aplica la muerte cruzada, y otros que también deben ser resueltos a través de una Constituyente. Pero para mí, particularmente creo que no da el tiempo, creo que eventualmente si volvemos, como estoy segura, a ser Gobierno en 2025 habría más tiempo y mejores condiciones para convocar a una Constituyente. Pero será necesario ajustar; recuerde que también se pueden hacer enmiendas constitucionales desde la Asamblea. Entonces habría que analizar cuál es la mejor vía para hacer las reformas o si cabe, o aplica escribir una nueva Constitución. También hay que definir el papel del Cpccs que fue tergiversado con la consulta popular.

P.  Entonces, ¿hay varias vías para hacerlo?

Sí, son opciones que deben ser analizadas en función de tiempos y la viabilidad para llamar a una Asamblea Constituyente o para eventualmente ir avanzando con enmiendas constitucionales. Vamos a ver qué es lo más conveniente para el país. Hemos tenido seis años de una paralización de la economía, pérdida de trabajo, de condiciones dignas de acceso a educación, salud, destrucción de la infraestructura. El país tiene un sistema de justicia en el que poco se confía porque hay abusos de figuras como la acción de protección. Hay jueces que no necesariamente actúan en la línea correcta, hay procesos de destitución de jueces por parte del Consejo de la Judicatura. También hay que ver los procesos que están pendientes para la elección de algunas dignidades de temas importantes como la Contraloría General del Estado. Hay que hacer una revisión con bastante responsabilidad, tranquilidad y objetividad, sobre todo en función de los recursos, de los tiempos; si es económico o no, o si es práctico y eficiente ir a una Constituyente o una enmienda.

P. ¿Cuál es el problema con la justicia?

Hay que revisar el tema de la Función Judicial que está muy venida a menos. También ha perdido la confianza y la imparcialidad que debería tener en el tratamiento de los diferentes casos. Me parece que hay un abuso terrible de las famosas acciones de protección; el tema de la cooperación eficaz se ha convertido también, que por si acaso existe en otros países, pero en nuestro país es una manera de presión: ‘cuando se dice ¿sabes qué? Haz cooperación eficaz y necesito que digamos esto’… eso pasó directamente en el caso ‘Arroz Verde’ (Sobornos 2012-2016) con el que supuestamente condenaron a mi hermano.  Hay que revisar las cosas, por eso, me parece a mí que hay que hacerlo con mucha responsabilidad porque son temas sensibles, pero a la vez de trascendencia en la vida de todo el país. No es cuestión de lanzar una idea, y forzarla, hay que actuar con responsabilidad, con los tiempos, con los recursos.

P. ¿Es decir?

Es que terminaríamos yendo de un proceso electoral a otro. Por ejemplo, ahora estamos en el proceso de elecciones anticipadas; si se convoca a una Asamblea Constituyente será otro proceso electoral, luego las elecciones generales en 2025-2029. Son tres procesos electorales fuertes de los que hay que ver la disponibilidad económica porque cada uno cuesta alrededor de 80 millones o 90 millones de dólares. Entonces hay varios factores que deben ser analizados, no es tan sencillo de resolver. La propuesta de una Constituyente es válida, tiene su sustento, pero hay que analizar el momento, asegurar los recursos y pensar en los cambios y reformas, si es que cabe, o si es necesario escribir una nueva Constitución porque eso implica tiempos diferentes para hacerlo.

P. ¿Se perfila como presidenta de la Asamblea?

La ley de la Función Legislativa anterior decía que el asambleísta más votado automáticamente pasaba a presidir el Parlamento; eso cambió, pero hoy también es el resultado de una votación. En este momento, por mencionarlo de alguna manera, yo podría estar en condiciones, o por ser la más votada o por decisión mayoritaria de mi bloque.

P. ¿De qué depende?

Algo que hay que tener en cuenta es que yo no estoy haciendo una campaña con miras a ocupar necesariamente la Presidencia de la Asamblea. La decisión, al ser yo parte de un proyecto social, económico y político, se tomará en base a lo que resulte más conveniente para generar las condiciones de gobernabilidad para el binomio presidencial y para la Asamblea. No tengo forma de saber cómo va a estar conformada, y tampoco sé con quienes podría llegarse a eventuales acuerdos. Mucha gente dice que debería ser, pero si soy o no; si quedó o no; igualmente hay el compromiso de trabajo del cien por ciento más allá de la posición que ocupe. Si la directiva o el buró del movimiento o Rafael (Correa) en conjunto consideran que soy  quien debe presidir la Asamblea, seguramente se gestionarán los apoyos para que sea así.

P. ¿Pero no le disgusta la idea de presidir la Asamblea?

No se trata de que me disguste o no. Se trata de que trabajamos en un proyecto. Si se considera que debo ir, trabajamos para eso; y si se considera que hay un mejor perfil tanto de mi agrupación política o de otra agrupación en términos de gobernabilidad, se apoyará.

P. ¿En esa decisión tendría un peso importante la del expresidente Correa?

Del expresidente y todos los que integran el buró, inclusive del mismo bloque. La lógica da para que sea el más votado porque eso implica y refleja el apoyo mayoritario del pueblo y no solamente de quienes estamos en la militancia, pero puede haber condiciones en el funcionamiento de la Asamblea como tal que recomienden otra cosa. Eso se conocerá cuando se conforme la Asamblea.

P. Con la muerte cruzada quedó pendiente el trámite de juicio al presidente Guillermo Lasso. ¿Promoverán que continúe el proceso?

Al igual que otras leyes que quedaron pendientes de tratamiento, creo que se deberá retomar el tema del juicio para definir o decidir con la nueva conformación del pleno de la Asamblea si se le da continuidad o si archiva.

P. ¿Usted qué opina?

Creo que al presidente Lasso, que ya no va a estar en funciones en ese momento, la ley permite que pueda ser enjuiciado políticamente hasta un año después de haber dejado el cargo. En este caso, hay un juicio que está en marcha, y el Pleno deberá decidir si continúa. En este caso ya no habría destitución, pero sí sanción o censura en el sentido de la inhabilitación por dos años para ocupar cargo público de designación o de elección. Y en caso de considerar que existe sustento para eventualmente iniciar acciones en el ámbito jurídico se enviaría a Fiscalía el proceso y la documentación que se considere como prueba. La Fiscalía deberá decidir sobre temas judiciales, lo cual no es nuestro ámbito.

P. Patricio Carrillo, candidato a asambleísta por el Movimiento Construye dice que trabajan para impedir que una mayoría ‘abusiva’ vuelva a operar en Ecuador, ¿Qué opinión le merece?

Primero, Patricio Carrillo no debería poder ser asambleísta porque él está censurado y sancionado con dos años de inhabilitación para ocupar cargo público al haber sido enjuiciado políticamente en la Asamblea; segundo, ¿es mayoría abusiva cuando somos nosotros; y es brillante y súper objetiva cuando son ellos?.  Recuerde que la primera mayoría que se conformó en la Asamblea fue de CREO, Independientes, Pachakutik, y la Izquierda Democrática. Entonces, no perdamos la memoria y seamos objetivos en el análisis. Esto es una falta de respeto y, además, un doble discurso porque lo que hace es criticar lo que eventualmente quisieron ser; tener un bloque de mayoría. Como mayoría, nosotros actuamos responsablemente y se dio viabilidad a leyes, inclusive de iniciativa del Ejecutivo, entre ellas vinculadas a temas de seguridad que no tenían nada de abusivas, sino de privilegio al interés del pueblo ecuatoriano y para el mejoramiento de las condiciones de vida. (SC)