Yahuarcocha… ¿en emergencia?

El Concejo Municipal de Ibarra ha pedido a la Alcaldesa declarar en estado de emergencia a la laguna de Yahuarcocha y según rezan las noticias, primera la autoridad ejecutiva ha expuesto sus razones para no hacerlo. En un análisis superficial como suele hacerlo el común de los ciudadanos y más los aprovechados opositores políticos, suenan voces disonantes de todo tipo; claro está, la gente ahora “muy dolida y preocupada” por la situación catastrófica a la que se ha llegado. También aparecen mil recetas “técnicas”, de quienes no aparecieron a la hora de sugerir a tiempo, o hacerse cargo de actividades de prevención.

Declarar jurídicamente un “estado de emergencia” no es sencillo; hay condiciones que determina la ley para poder hacerlo; seguramente entre quienes opinan, habrá expertos en la materia que podrían colaborar patrióticamente con sus criterios técnicos y jurídicos para estructurar las condiciones para tal declaratoria. Sin embargo hay que saber que, de llegar a declararla, lo delicado es la ejecución: la contratación pública es a dedo; hay que contar con recursos de lo contrario, que se contrata?; se debe contar un plan emergente muy bien priorizado; hay que entrar en un régimen “dictatorial” en ese entorno para suspender todos los desmanes y utilizar la fuerza pública para controlar los excesos…en fin. Esto tiene un periodo determinado generalmente corto. Y, para todo esto tiene que haber un organismo ejecutor con todas las atribuciones. Así lo entendemos.

Veamos una alternativa. Todos debemos hacernos cargo del problema. Un Consejo Municipal que evitando pasar la bolita a la Alcaldesa, ponga el pecho y promulgue una ordenanza mediante la cual, entre otras cosas, declare a este problema como un asunto prioritario para el Cantón, con carácter de permanente; apruebe un solo plan integral de rescate y recuperación de la micro cuenca Tahuando-Yahuarcocha; asigne recursos permanentes del presupuesto municipal; cree una tasa especial para que todos aportemos a la solución; disponga la consecución de recursos nacionales e internacionales para alimentar dicho fondo; consiga donaciones; con todos esos recursos cree un fondo de salvamento intocable (en fideicomiso) de la micro cuenca que será el que financie al mencionado plan integral; suspenda a raya el crecimiento de todo aquello que ha provocado los deterioros; fortalezca la comisaría; disponga la creación de una “certificación” ambiental que deberán cumplir todos los negocios; promueva la colaboración y acción ciudadana; y varios etcéteras.

Al igual que el centro histórico de Ibarra, la micro cuenca Tahuando-Yahuarcocha, nuestro patrimonio, necesitan ser rescatados y valorizados. Propongo re crear un fondo de salvamento similar al ex FONSALCI con funciones de ejecución y control sin manoseo político.