Virus #3

Hoy es la primera vez que salí del apartamento después de 15 día. Mi estado mental, había hecho ya las paces con respecto a estar seguro dentro de casa. De alguna u otra forma, uno se auto convence que, al momento de poner un pie fuera del departamento, el virus acecha invisible y agresivamente a nuestro estado de bienestar, creyendo que está en cada pisada que damos, haciéndonos entrar en un estado de paranoia… El virus entra primero por la cabeza, creo. Nos consume la psicología y nos deja desnudos ante una sola realidad. Nosotros mismos.

Y es que es así, se nos ha dado la oportunidad, por primera vez en mucho tiempo, de estar en recogimiento con nosotros mismos; es como si, de repente y sin ningún aviso, nos han dejado encerrados con todos los demonios que tenemos en la cabeza… solos, sin ningún filtro.

En silencio y con auto convencimiento, perdidos entre las cuatro paredes de nuestras habitaciones, se nos permite aburrirnos y llegar a lo más profundo del alma. Se nos permite despertar en el recuerdo y darnos cuenta que ya nada será igual… de que al salir del confinamiento nos tocará empezar de nuevo… el verdadero reto está, en conquistar a esos demonios para salir limpios a la construcción de esa nueva vida, que ha aguardado dormida durante mucho tiempo.