Venezuela libre

César Ulloa Tapia

¿Por qué no se va Maduro? Porque ni siquiera sus amigos dictadores le quieren recibir, caso contrario ya hubiera estado en Cuba, Bolivia, Rusia, Irán o Bielorrusia. Esto no excluye del análisis los compromisos económicos que Venezuela tiene con China y Rusia. Pero además están los juicios internacionales que le vienen al dictador Nicolás por la transgresión permanente a los derechos humanos, civiles y políticos. Maduro y el castrochavismo son los responsables de la mayor ola migratoria que se ha producido en América Latina, porque los niños no tienen pañales, las mujeres ni encuentran toallas sanitarias, los hospitales no cuentan con medicina, las personas mueren asesinadas todo el tiempo y la oposición es perseguida como en los peores tiempos del fascismo.

A esta altura del camino, las teorías de la conspiración, que son una mezcla de invención, cinismo y cuento, no tienen ningún efecto, porque la realidad superó cualquier libreto de la mejor película de

terror. Nunca antes en Venezuela se había manejado la economía al mejor estilo patrimonialista, ya que las autoridades hicieron un verdadero festín de los recursos petroleros, sin que ello signifique que antes se haya podido sembrar petróleo. Populismo, fascismo y patrimonialismo son los ingredientes que toman diariamente los venezolanos en ese cóctel perverso. La explosión y protagonismo civil de los medios digitales alternativos han desnudado la propaganda

oficial. La mayoría de los países con democracias plenas repudian el contexto de violencia y miseria que institucionalizaron los chavistas a cuenta de fidelizar el voto en los sectores más pobres de Venezuela.

El mundo grita: Venezuela libre y sin ataduras a ninguna forma de dictadura y represión de las nuevas formas de esclavitud en este siglo.

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