Simulaciones

Franklin Barriga López

Cuando hay crisis en un país, se espera el cambio de la situación partiendo de acertadas previsiones y acciones de quienes gobiernan.

No siempre la respuesta de los mandatarios está a la altura de las circunstancias, debido a que prevalecen simulaciones afianzadas en la propaganda, antes que hechos verídicos, acertados, comprobables.

Frente a lo que ya no llama la atención, se recuerda con frecuencia a un libro de la segunda mitad del siglo XX: “El Gatopardo”, novela de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, publicada luego de la muerte de su autor que no pudo saborear el gran éxito que le estaba reservado a su producción que incluso fue llevada al cine, asimismo de manera apoteósica.

Su mensaje (“si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”) saltó los límites de la literatura para penetrar en los de las ciencias sociales, especialmente de las políticas, por eso se llama “gatopardista” o “lampedusista” a quien inicia una transformación que en la práctica nada altera, por ser únicamente cosmética, superficial.

La solicitud de renuncia a los miembros del Gabinete, efectuada por el presidente Lenín Moreno, ha creado expectativas por ver si se producen los anhelados cambios o si se cumple lo que señaló el mencionado autor italiano. No pocos funcionarios del correato siguen campantes en la actual administración.

Se pide también evitar la infiltración de arribistas que se mueven según la dirección de los vientos, lo que la sabiduría popular llama oportunistas desvergonzados. El actual mandatario, que dio acertado golpe de timón a la nave estatal, necesita rodearse de gente capaz y honesta.
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