Nadie conoce con detalle qué es lo que nos reserva el futuro ni qué será lo que mejor funcione en la sociedad que hoy tenemos. Por esta razón, debemos pensar en una única reorganización ni en un solo camino, sino en miles de experimentos que nos permitan probar nuevos modelos de procesos a nivel local y regionales; porque con lo que hasta hoy hemos visto, no encontramos sentido de una buena organización política, de parte de partidos y movimientos políticos que se encuentren en la contienda preelectoral.
Es necesario estar debidamente preparados para afrontar una peligrosa crisis que nos espera; entonces hay que construir una sociedad que esté plenamente sintonizada con las intenciones de las mayorías.
Con estos antecedentes claramente se ve que necesitamos un nuevo sistema político acorde con las necesidades de una buena civilización que es la actual; para conseguir esto debemos estar preparados para utilizar las herramientas más avanzadas a nuestro alcance: desde satélites y computadores, hasta videos y televisión interactiva. Esto es muy necesario para lo que hay que ejercer una estratégica presión sobre los sistemas políticos existentes con el fin de acelerar los cambios considerados necesarios.
Por lo tanto, la responsabilidad del cambio propuesto será la principal gestión que deberá estar agendada en caso de ganar las elecciones próximas y de esta manera cumplir con la responsabilidad asumida frente al pueblo elector.