Requiérese policía excelente

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

La tecnología ingresada a todos los países del planeta, ha venido a coadyuvar al desarrollo de la sociedad y mediante ella muchas naciones caminan por provechosas rutas del saber y la prosperidad. Sin embargo, en ciertos lugares, como Ecuador, el primitivismo prosigue tan campante y el respeto al prójimo no se practica, siendo ofendida la salud y la vida de los habitantes de esta nación. Agresiones a mujeres y niños mediante el uso de armas blancas y de fuego, así como mediante pitos de carros y música a alto volumen, se producen durante las 24 horas diarias, sin que alguien haga algo en contrario.

Varias leyes señalan que salones, cantinas y similares deben acatar un horario, siendo las dos horas el límite para los lugares de diversión, mas los equipos musicales suenan hasta casi el amanecer y cuando los guardianes del orden llegan a obligar el respeto a la ley, por lo general lo hacen acompañados de sirenas estridentes, con cuyo insoportable sonido suelen despertar a todo el vecindario, sean mayores que deben concurrir a su trabajo cotidiano o estudiantes de todos los niveles que deben amanecer sin poder pegar los ojos hasta ingresar a las aulas de clases, con el cansancio que le situación les ha provocado.

Coincidimos con los legisladores que han hecho constar en las leyes pertinentes, la disposición del no uso de armas de cualquier tipo a los ciudadanos, pero tampoco es pertinente que delincuentes hagan uso de revólveres, metralletas y cuchillos para imponer su cavernaria ley. La Policía debe volver a plazas, parques y calles de los pueblos durante las 24 horas del día. La labor de estos guardianes del orden debe ser más preventiva que sancionadora, pues, su presencia ha obligado en el pasado a los delincuentes a abstenerse de agredir a sus semejantes.

Asimismo, los gendarmes deben visitar otros lugares con mayor regularidad, entre ellos las llamadas casas de regeneración de drogadictos, lugares que, con raras excepciones, carecen de lo indispensable para cumplir su cometido y sus directivos no poseen los conocimientos exigidos para curar la adicción y conseguir la desaparición de los males y el retorno de los enfermos al seno familiar y de la sociedad. La Policía del Ecuador necesita adquirir una preparación de alto nivel siendo indispensable que su personal superior se prepare en el exterior y se incorpore a técnicos foráneos que trabajen en la capacitación de los ecuatorianos.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

La tecnología ingresada a todos los países del planeta, ha venido a coadyuvar al desarrollo de la sociedad y mediante ella muchas naciones caminan por provechosas rutas del saber y la prosperidad. Sin embargo, en ciertos lugares, como Ecuador, el primitivismo prosigue tan campante y el respeto al prójimo no se practica, siendo ofendida la salud y la vida de los habitantes de esta nación. Agresiones a mujeres y niños mediante el uso de armas blancas y de fuego, así como mediante pitos de carros y música a alto volumen, se producen durante las 24 horas diarias, sin que alguien haga algo en contrario.

Varias leyes señalan que salones, cantinas y similares deben acatar un horario, siendo las dos horas el límite para los lugares de diversión, mas los equipos musicales suenan hasta casi el amanecer y cuando los guardianes del orden llegan a obligar el respeto a la ley, por lo general lo hacen acompañados de sirenas estridentes, con cuyo insoportable sonido suelen despertar a todo el vecindario, sean mayores que deben concurrir a su trabajo cotidiano o estudiantes de todos los niveles que deben amanecer sin poder pegar los ojos hasta ingresar a las aulas de clases, con el cansancio que le situación les ha provocado.

Coincidimos con los legisladores que han hecho constar en las leyes pertinentes, la disposición del no uso de armas de cualquier tipo a los ciudadanos, pero tampoco es pertinente que delincuentes hagan uso de revólveres, metralletas y cuchillos para imponer su cavernaria ley. La Policía debe volver a plazas, parques y calles de los pueblos durante las 24 horas del día. La labor de estos guardianes del orden debe ser más preventiva que sancionadora, pues, su presencia ha obligado en el pasado a los delincuentes a abstenerse de agredir a sus semejantes.

Asimismo, los gendarmes deben visitar otros lugares con mayor regularidad, entre ellos las llamadas casas de regeneración de drogadictos, lugares que, con raras excepciones, carecen de lo indispensable para cumplir su cometido y sus directivos no poseen los conocimientos exigidos para curar la adicción y conseguir la desaparición de los males y el retorno de los enfermos al seno familiar y de la sociedad. La Policía del Ecuador necesita adquirir una preparación de alto nivel siendo indispensable que su personal superior se prepare en el exterior y se incorpore a técnicos foráneos que trabajen en la capacitación de los ecuatorianos.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

La tecnología ingresada a todos los países del planeta, ha venido a coadyuvar al desarrollo de la sociedad y mediante ella muchas naciones caminan por provechosas rutas del saber y la prosperidad. Sin embargo, en ciertos lugares, como Ecuador, el primitivismo prosigue tan campante y el respeto al prójimo no se practica, siendo ofendida la salud y la vida de los habitantes de esta nación. Agresiones a mujeres y niños mediante el uso de armas blancas y de fuego, así como mediante pitos de carros y música a alto volumen, se producen durante las 24 horas diarias, sin que alguien haga algo en contrario.

Varias leyes señalan que salones, cantinas y similares deben acatar un horario, siendo las dos horas el límite para los lugares de diversión, mas los equipos musicales suenan hasta casi el amanecer y cuando los guardianes del orden llegan a obligar el respeto a la ley, por lo general lo hacen acompañados de sirenas estridentes, con cuyo insoportable sonido suelen despertar a todo el vecindario, sean mayores que deben concurrir a su trabajo cotidiano o estudiantes de todos los niveles que deben amanecer sin poder pegar los ojos hasta ingresar a las aulas de clases, con el cansancio que le situación les ha provocado.

Coincidimos con los legisladores que han hecho constar en las leyes pertinentes, la disposición del no uso de armas de cualquier tipo a los ciudadanos, pero tampoco es pertinente que delincuentes hagan uso de revólveres, metralletas y cuchillos para imponer su cavernaria ley. La Policía debe volver a plazas, parques y calles de los pueblos durante las 24 horas del día. La labor de estos guardianes del orden debe ser más preventiva que sancionadora, pues, su presencia ha obligado en el pasado a los delincuentes a abstenerse de agredir a sus semejantes.

Asimismo, los gendarmes deben visitar otros lugares con mayor regularidad, entre ellos las llamadas casas de regeneración de drogadictos, lugares que, con raras excepciones, carecen de lo indispensable para cumplir su cometido y sus directivos no poseen los conocimientos exigidos para curar la adicción y conseguir la desaparición de los males y el retorno de los enfermos al seno familiar y de la sociedad. La Policía del Ecuador necesita adquirir una preparación de alto nivel siendo indispensable que su personal superior se prepare en el exterior y se incorpore a técnicos foráneos que trabajen en la capacitación de los ecuatorianos.

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

La tecnología ingresada a todos los países del planeta, ha venido a coadyuvar al desarrollo de la sociedad y mediante ella muchas naciones caminan por provechosas rutas del saber y la prosperidad. Sin embargo, en ciertos lugares, como Ecuador, el primitivismo prosigue tan campante y el respeto al prójimo no se practica, siendo ofendida la salud y la vida de los habitantes de esta nación. Agresiones a mujeres y niños mediante el uso de armas blancas y de fuego, así como mediante pitos de carros y música a alto volumen, se producen durante las 24 horas diarias, sin que alguien haga algo en contrario.

Varias leyes señalan que salones, cantinas y similares deben acatar un horario, siendo las dos horas el límite para los lugares de diversión, mas los equipos musicales suenan hasta casi el amanecer y cuando los guardianes del orden llegan a obligar el respeto a la ley, por lo general lo hacen acompañados de sirenas estridentes, con cuyo insoportable sonido suelen despertar a todo el vecindario, sean mayores que deben concurrir a su trabajo cotidiano o estudiantes de todos los niveles que deben amanecer sin poder pegar los ojos hasta ingresar a las aulas de clases, con el cansancio que le situación les ha provocado.

Coincidimos con los legisladores que han hecho constar en las leyes pertinentes, la disposición del no uso de armas de cualquier tipo a los ciudadanos, pero tampoco es pertinente que delincuentes hagan uso de revólveres, metralletas y cuchillos para imponer su cavernaria ley. La Policía debe volver a plazas, parques y calles de los pueblos durante las 24 horas del día. La labor de estos guardianes del orden debe ser más preventiva que sancionadora, pues, su presencia ha obligado en el pasado a los delincuentes a abstenerse de agredir a sus semejantes.

Asimismo, los gendarmes deben visitar otros lugares con mayor regularidad, entre ellos las llamadas casas de regeneración de drogadictos, lugares que, con raras excepciones, carecen de lo indispensable para cumplir su cometido y sus directivos no poseen los conocimientos exigidos para curar la adicción y conseguir la desaparición de los males y el retorno de los enfermos al seno familiar y de la sociedad. La Policía del Ecuador necesita adquirir una preparación de alto nivel siendo indispensable que su personal superior se prepare en el exterior y se incorpore a técnicos foráneos que trabajen en la capacitación de los ecuatorianos.