Rebelión popular

Pablo Balarezo

Único paso para no permitir que, la libertad, la democracia sean mancilladas. Si la ciudadanía permanece aletargada, condescendiente, está condenada a vivir de rodillas. Cuba, y, Venezuela son ejemplo fehaciente al no defenderse a tiempo de la plaga comunista. Hoy, se encuentran humillados, con temor de los pervertidos. La insurrección, el levantamiento es el poder de la voluntad libre ante la hegemonía de las dictaduras, de tiranos que fragmentan a los pueblos. Fanatismo, populismo, el clientelismo, el piponazgo, las corrupciones quiebran a las naciones. Nunca más repetir acciones violentando la paz ciudadana con libertad; nunca más una ideología perversa; nunca más perseguidos y encarcelados políticos; nunca más arbitrarios gastos de los fondos públicos, contratos a dedo, sobreprecios, coimas; nunca más el socialismo corrupto. A mucha gente no les importa la realidad de los hechos nefastos, por lo que, no hay que engañarse, el camino a recorrer será muy difícil, pues, reconstruir la república con libertad e institucionalidad está en la decisión total de un pueblo unido, que no se deja vencer, así sus ciudadanos sean llamados: “Pelucones” “escuálidos” “gusanos”, en Ecuador, Venezuela, Cuba, respectivamente. “Malditos aquellos que, con sus palabras defienden al pueblo, y con sus hechos lo traicionan”, Benito Juárez. En la actual revolución ciudadana: “¿Ha existido algún socialista donando o entregado algo de su propiedad a su revolución? ¡NO!, el socialista siempre exige para su causa, el trabajo y la propiedad ajena, pero, nunca la suya. Únicamente lucran las mieles del poder. Como dijo Churchill: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia, y, su virtud es el reparto igualitario de la miseria”.