Por un pragmatismo económico

Entre el 27 de febrero pasado y el 9 de mayo el riesgo país ha pasado de 469 puntos a 780. Es decir, van en una espiral de crecimiento las dificultades en nuestras operaciones comerciales y financieras internacionales, porque existe una fuerte percepción de que la posibilidad de que el país no pueda afrontar los pagos. Para colmo, el rendimiento de los bonos ecuatorianos estaban en el 8,5% y escalaron hasta los 10,52%

Un ‘salvataje’ a manos de instituciones como el FMI o el Banco Mundial para salir de esta situación agobiante podría estar a las puertas de nuestra renqueante economía. El problema es muy grave y requiere que los experimentos económicos se dejen a un lado y se eche mano a lo que en otros países en situaciones semejantes ha dado resultado.

Por más de diez años, con el país en manos de un ‘economista’, se despilfarraron recursos, creció el endeudamiento con intereses de usura y la corrupción era consustancial con las inversiones estatales y privadas. No hay que dejar pasar por alto que el riesgo país sube o baja según tengamos situaciones sociales, políticas o judiciales graves, críticas e inestables., lo cual retrata al Ecuador de ahora mismo.

El resultado de tales ‘políticas’ es que ahora tenemos más desempleo y subempleo, y quienes salieron de la pobreza ven su fantasma rondado a sus respectivas economías familiares. ¿Alguien podrá hablarles de las bondades del socialismo del siglo XXI y de la ‘cultura económica’ de quien quiso implantarlo en el país? Aunque a algunos les resulte molesto el término, un sano pragmatismo económico se impone.


La verdadera libertad del hombre tiene que ver con la fortaleza, esto es, con la firmeza y la generosidad”. Baruch Spinoza Filósofo, escritor y pensador neerlandés (1632-1677)

Nuestras imperfecciones nos ayudan a tener miedo. Tratar de resolverlas nos ayuda a tener valor”. Vittorio Gassman Actor de teatro, cine y televisión italiano (1922-2000)