No es trabajo de un día

Con admirable planificación y minuciosidad, el equipo correísta que “metió las manos en la Justicia” colocó en todos los puestos clave de la Función Judicial a sus más fieles e incondicionales colaboradores. La pantalla que todo lo tapaba o disimulaba fueron los concursos en los que con maña y fuerza todo quedaba arreglado y consolidado. Un mecanismo de relojería muy complejo en que todo estuvo articulado.

El Consejo de la Judicatura designó a 23 fiscales provinciales temporales y provocó un tremendo alboroto parlamentario, en particular entre las viudas del poder omnipresente y hasta omnisciente que todo lo decidió en la pasada década. Una maniobra deslegitimadora al estilo de la orquestada semanas atrás, y en el mismo escenario, contra el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio.

Vale recordar que los fiscales sustituidos estaban en funciones prorrogadas desde abril pasado, cuando expiraron sus nombramientos. Los fiscales sustitutos, informaron en la Judicatura, se seleccionaron entre los mejor puntuados de un concurso anterior. En consecuencia, la Judicatura actuó en el marco de la ley. No obstante, sus miembros tuvieron que hacer la aclaración antes que “la sangre llegara al río”.

Añadieron que esos nombramientos estarán en vigencia hasta la designación de los titulares que deberán salir de concursos. La apropiación de todas las funciones del Estado fue un trabajo sistemático y abarcador. En caso de los jueces y fiscales, así como de otros funcionarios judiciales, es una muestra. Desmontar esa “tela de araña” tan extensa, no es trabajo de un día ni de dos.


Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor, segundo, la técnica”. Antoni Gaudí Arquitecto español (1852-1926)

No hay delito, absolutamente ninguno, que no pueda ser tolerado cuando ‘nuestro’ lado lo comete”. George Orwell Escritor y periodista inglés (1903-1950)