Lo que escribió el lápiz labial

POR: Germánico Solis

El lápiz labial no consiente que sea utilizado para escribir libros o las larguezas que desvelan a los humanos. Sin embargo, es imaginería que hace de esta sencilla barrita, responsable de certezas y absurdos. Es creadora de historias alucinantes unas, incómodas otras, ensalza la belleza de la mujer y da cuerpo a los labios. El lapicero ha surcado universidades, estrados, iglesias, océanos, y millones de escenarios.

No se cuando fue creado, pero debió ser para un objetivo, pudo ser ceremonial o distintivo, finalmente alcanza un carácter utilitario y consumido por la mujer, de allí “el labial” es infaltable en las carteras femeninas. El lapicito colorea de carmín y las gamas no pierden el espíritu erótico.

Los afeites aportan gracia a la mujer, los productores de maquillajes y del singular lapicito, han asegurado un potencial mercado que como el pan serán fabricados hasta los confines, y siendo el fin embellecer los labios, es parte de la natural vanidad, ahora elemento esencial del glamour femenino.

Existe un prototipo de labios, han sobresalido nombres de mujeres del arte, de la política, del cine, exponiendo sus labios como armadura sensual, y que relievados con el labial, han alcanzado increíbles logros, los labios pintados son armas portátiles.

Los labios pintados han dejado huella cuando besan o cuando han sido besados. Besa la reina, la plebeya, lo hace la joven y la adulta, besa la mujer en el mundo. Pero ¿cuánta consecuencia trae un beso embellecido con el pintalabios? El beso entre la pareja formal es un acto de amor, aunque cualquiera de los actores en situación diferente, puede experimentar lo que niega la rutina.

La huella de un beso coloreado trae connotaciones, el que se dibuja en una servilleta es único como la del dedo pulgar. El que se ha hecho en los labios amantes incita, pero aquel que se ha impregnado en el cuello de una camisa al ardor de la pasión, trae fatalidades.

Así, el labial es culpable de extrañezas. Y ¿qué hubiera pasado si la creación destinaba sean rojos los labios de la mujer? Seguro el ingenio femenil o el de la industria, hubieran creado un pintalabios que cambie la tonalidad de la obra de la creación.