Las indecisiones

En Ecuador hay dos pasiones: la política y el fútbol. Olvidemos un momento la política y nos enfoquemos en el fútbol. El deporte, así como el arte y la ciencia, viven rodeados de prodigios. El juego está envuelto en la magia que maravilla a los espectadores. Sin embargo, en el país le llegó la hora fatal.

El 10 de octubre del 2018 Ecuador quedó fuera del Mundial de Rusia. Ese día, la selección que dirigió Jorge Célico, perdió 1 a 3 en el Estadio Olímpico Atahualpa ante la Argentina. El equipo armó un escándalo. Un grupo de jugadores se fugó la noche anterior al partido.

Una de las peores presentaciones en la Copa América lo hizo la selección ecuatoriana. Hace 18 años el ‘Bolillo’ fue el encantador. Consiguió hacer realidad un sueño. Puso alegría en el fútbol. Convirtió a la cancha en un lugar de diversión. Los aficionados entraban al estadio a gritar y bailar. El ‘Bolillo’ nos dio la lección del “sí se puede”. Los jugadores aprendieron a utilizar los cubiertos, descubrieron el placer de leer un libro, gracias al entrenador.

Hoy al ‘Bolillo’ no le importó la Copa América, así lo confirmó en una de sus declaraciones. Perdió la oportunidad de hacer un buen trabajo con lo que sabe hacer y más le gusta. ¿Qué paso? ¿Mediocridad? ¿Rechazo a la Copa América? ¿Desprecio al espíritu ecuatoriano?

Los irresponsables también son los jugadores. Seis jugadores “asistieron a una fiesta”. Debemos decir con palabras que representan la verdad. Y no solo palabras dulzonas como “indisciplinados”, “fiesta”. Ellos desvirtuaron el significado de fiesta. El juego es espectáculo. El triunfo hay que celebrarlo con alegría. Mientras la derrota invita al pensamiento, a identificar errores y corregirlos.

A los seis etílicos inconscientes se los pagó para jugar como profesionales, no para armar un escándalo que dio la vuelta al mundo. Echaron al traste el rol de embajadores de un país de gente grandiosa.

La Ecuafútbol “busca” sancionar a los jugadores indisciplinados de la Selección mayor. Los directivos pidieron los videos de seguridad al hotel de Belo Horizonte. Esperan las pruebas de lo acontecido luego del empate ante Japón, cuando seis jugadores se habrían reunido en una fiesta, en el piso 17 del hotel.

“Estamos esperando las pruebas y videos”, confirmó el vicepresidente de la institución, Jaime Estrada. “La intención es imponer un castigo ejemplar”.

Don ‘Bolillo’ sigue con las bromas de hace 20 años. Por desgracia, en la Copa América le faltó fe y trabajo. Facilitó la indisciplina y la flojera. Olvidó la eficiencia. No debe existir misericordia y, peor, indecisiones.