José Mora da vida a su entorno

José Mora da vida a su entorno
Proceso. La rutina de José empieza desde muy temprano para cuidar sus plantas.

Por: Diana Aguilar

José Plutarco Mora Galarza, de 50 años, representa un apoyo para preservar la naturaleza en Santo Domingo y ha llevado a muchos ciudadanos a poner en práctica comportamientos más respetuosos con el ambiente. Su amor por sembrar plantas nace desde muy temprana edad, considera que este gusto lo heredó de su madre, ahora su casa está decorada por decenas plantas y la reserva ecológica (Cambori Lodge) donde trabaja está llena de especies nativas que están en peligro de desaparecer, algunas de ellas como; moral bobo, colorado fino, colorado manzano. “De estos maderables ya poco se oye y calculo que si no se preserva estas especie quedarán para la historia”, dijo Mora.

Dedicación


Plantar un árbol es una actividad que ayuda al planeta y contribuye con la generación de oxígeno, así deja su granito de arena. Sus hábitos ecológicos le han permitido ver crecer a más de 100 familias de especies que están plantadas en ocho hectáreas de la reserva, dos son espacios verdes que pertenecen al Estado, “esos espacios deben ser destinados a la reforestación y si el Estado no lo hace yo sí lo hago”, aseguró.


José es el cuarto de cinco hermanos, su misión es que las generaciones venideras puedan apreciar lo maravilloso de la naturaleza. Su sueño es ver a Santo Domingo con más árboles que casas, mas de a poco los bosques van desapareciendo. Agrega que esta ciudad estaba rodeada de bosques que sobrepasaban los 60 metros de altura, pero las autoridades municipales no invirtieron para conservar esta riqueza. “Si pudiéramos tener parques sería maravilloso ir para poder respirar aire puro y que la gente diga miren aquí vivieron nuestros antepasados, esto era la tierra Tsáchilas no la actual ciudad de piedra y cemento que ahora es.”, puntualizó.


Cuidados


Sus plantas favoritas son las orquídeas, calcula que tienen 70 géneros en el jardín de su casa, su esposa y dos hijos ayudan a cuidarlas, pues cada planta necesita ser tratada. Explica que como el ser humano se enferma por varios factores, igual las plantas están propensas a sufrir enfermedades. Sus estudios en Tecnología Agrícola realizados en la Universidad Tecnológica Equinoccial le sirvieron para brindar el correcto cuidado a las plantas, no obstante al estar en contacto con ellas también aprendió a proteger a los animales, “Un árbol no es un solo ser, hay millones de plantas epífitas, parásitas, un montón de insectos y aves que se encuentran en él”, mencionó.


Algunos estudiantes incursionados en este ámbito les ha llamado la atención esta reserva por lo que han realizado sus estudios de tesis donde determinaron que en el lugar habían 82 especies de pájaros, dos en peligro de extinción y dos endémicos, es decir que solo han vivido y existe en este sector. José incluso, se ha memorizado algunos sonidos de algunas aves como; la lora catarnica, tucán, búhos y la valdivia que dice “wecova wecova”.


Aporte


La experiencia más bonita que le deja esta actividad es poder ayudar al ambiente, pues incluso ha salvado vidas dentro de ella. Al parecer una lechuza cayó del nido y por más que la volvía a colocar sus hermanos no la aceptaban, entonces decidió criarla junto a su hermana, le crecieron las plumas y en las noches empezaba a volar, se iba a las 6 de la tarde y llagaba a las 5 de la mañana hasta que parece que encontró pareja y se fue.

Frase


“El día que me quiten esto de poder contribuir con la naturaleza será porque ya mi cuerpo no puede más”