Amable Ayora Fernández
Hace pocos años el estudio sistemático de la humillación viene dando sus primeros pasos desde el punto de vista científico. En esta perspectiva vienen trabajando diversos especialistas como educadores, psicólogos, sociólogos, profesionales de la ética, investigadores, etc. Por lo que el estudio de la situación de la humillación según los expertos será fundamental en la comprensión de este fenómeno.
Presentamos una de las definiciones de la humillación, ante todo, es un sentimiento definido, como la emoción que surge cuando una persona se siente injustamente devaluada o rebajada por los otros, Walker y Knauer, (2011). Más el filósofo Avishai Margalit (1997) restringe al ser humano, no sólo la capacidad de sentir humillación, sino también la capacidad de humillar a otro, ya que solamente un ser humano puede hacer que otra persona pierda el respeto hacia sí mismo. Citemos brevemente algunos ejemplos del sentimiento de humillación, el proceso de acoso escolar o ‘bullying’, el maltrato psicológico en una relación íntima, los comentarios despectivos sobre personas con discapacidad.
Conviene, entonces, deducir que la humillación representa procesos complejos los mismos que se originan de los componentes psicológicos y sociales desde un punto de vista emocional, social, etc. Las consecuencias son muy graves de la humillación, las mismas que en última instancia implican la anulación de un individuo, predice síntomas de hostilidad y aversión hacia la fuente de la humillación, encerrarse en uno mismo.
Agreguemos la tendencia hacia la desesperanza, el desamparo y la pasividad, etc. Debemos tener claro que la humillación es, una cuestión que debería ser investigada en el futuro con pautas sobre su prevención y el desarrollo de estrategias para la recuperación de la víctima cuya identidad ha sido deteriorada. (O)