Hospital enfermo

Pablo Izquierdo Pinos

La evaluación hospitalaria se hace con indicadores de calidad y eficiencia de la gestión. Voluntarismo, falta de transparencia, desconocimiento, es jugar con la vida de los pobres. En el Baca Ortíz, principal hospital de niños del país, la ineficiencia se tapa con autoritarismo: informar, por ejemplo, un brote de infección hospitalaria puede costarle el puesto. Complicidad, es lealtad institucional.

Meritocracia: Antes, para ser jefe de servicio había que tener mínimo 5 años como tratante y concursar con colegas brillantes. Hoy un médico general o un foráneo inexperto es “Líder”. Se formaban profesionales en más de 20 especialidades. Pediatras que salieron al exterior, sin sueldo, a subespecializarse hoy no son recibidos. Desapareció la Revista Pediátrica, en el Congreso Académico cunde el nepotismo.

Negligencia: En cirugías programadas, niños que necesitan gammagrafías, estudios contrastados como colon por enema o tránsito intestinal, están en lista de espera meses hasta que Trabajo Social lo tramite en un hospital privado. Un niño ingresó con abdomen obstructivo el viernes, recién el lunes se tramitó el estudio afuera: “emergencia” que se operó 5 días después. En Cardiología hay un solo hemodinamista y solo un tecnólogo maneja el angiógrafo. Un niño con daño cardiaco congénito espera hasta dos años para que lo llamen a cateterismo. Muchas madres reciben la llamada cuando el niño ha muerto. La valoración genética se hace afuera. ¿Comité de ética?

Productividad: Incrementar cirujanos, anestesistas, cardiólogos, para abarrotar consultas y alargar listas de espera es demagogia. Los “consultorios calientes” (ocupados) y los “quirófanos fríos” (desocupados) es desperdiciar recursos. Resultados: los últimos años bajó el porcentaje de cirugías y se incrementaron las consultas a costa del “control del niño sano” y “caries” en el hospital de especialidad. Tarde y noche los anestesiólogos extranjeros no abren la puerta de “residencia”, si salen suspenden la cirugía porque “no es emergencia”. Ver este hospital es ver la miseria y decadencia del resto. La ministra entre dos campañas: desbordada por la gripe y la politiquería.

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