Carlos Sevillas
La implementación de principios de Gobierno Corporativo (GC) ha tomando fuerza en el Ecuador. El GC es un modelo de gestión de las empresas, se lo realiza a través de normas tendientes a controlar las actividades de la compañía, tomando en cuenta los intereses de todos los grupos relacionados con ésta, y generando así valor para la misma.
Con normas me refiero a las regulaciones, por ejemplo, que regulan la toma de decisiones de la Junta General o del Directorio, sus remuneraciones, los códigos de ética de la empresa, las actividades de responsabilidad social, transparencia, etc. Cuando me refiero a los grupos relacionados de la empresa hago alusión a trabajadores, acreedores, accionistas, la sociedad, el medio ambiente o cualquier grupo que se pueda ver impactado por las actividades de una empresa.
Las prácticas de GC son un elemento vital entre las empresas. Por ejemplo, el banco Banamex de México casi quiebra debido a la falta de transparencia en torno al otorgamiento de créditos por 500 millones a una empresa petrolera cuya garantía consistía en facturas de ventas futuras que no estaban respaldadas. Si en banco hubiera tenido prácticas de GC no hubiera incurrido en esta irregularidad y no le hubieran multado con miles de millones de dólares por parte de las autoridades.
También, las prácticas de GC traen una ventaja reputacional gigante para las empresas. Pensemos en el consumidor que al ver que una empresa se preocupa por el medio ambiente o por sus trabajadores, querrá seguir relacionándose con la compañía.
En Ecuador la implementación del GC es obligatoria para las instituciones financieras y las compañías que cotizan en bolsa. No obstante, frente al riesgo de no tener estas prácticas, junto con sus ventajas, las compañías deberían considerar el implementar estas prácticas de forma voluntaria.