Estaba muriendo

Franco Loyola

«Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.» (Lucas 8:41-42)

Acabamos de pasar el Día del Padre, pero padre se es todos los días. Los hijos son maravillosos pero traen sus retos. A veces hacen cosas que nos duelen, en otras toman malas decisiones y en ocasiones se enferman. Jairo era un papá al que deberíamos imitar, no le importó ser un hombre importante, rico y famoso, con tal de hacer lo que tenía que hacer! Qué hizo? El relato nos dice que hizo tres cosas: 1- Buscó ayuda en el que dice VENID A MÍ! «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;» (Mateo 11:28-29) 2- Fue a Cristo con la actitud correcta! Postrado, humilde! «Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.» (Santiago 4:6) 3- Tuvo fe! «Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.» (Santiago 1:6-7). Esa es la forma, Jairo lo hizo, Dios lo pide! Debemos preocuparnos por nuestros hijos, eso implica acercarnos a Cristo y guiar a nuestros hijos a hacerlo también. Hay que acercarse en humildad, reconociendo que Dios sabe lo que hace y que lo que nos pide hacer es por nuestro bien. Finalmente, debemos acercarnos con fe, creyendo que Dios puede, quiere y va a hacer el milagro! La hija de Jairo murió pero Cristo la resucitó! Dios es bueno y fiel!

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