VÍCTOR HUGO TORRES
Se van a cumplir 10 años desde que alcanzamos la categoría de provincia. El argumento central con el que justificábamos la lucha era justamente la jerarquización que alcanzarían nuestras instituciones y el aparecimiento de otras que contribuirían en conjunto a darle el peso político que nos hacía falta.
Esa premisa se cumplió; apareció el GAD Provincial, la Gobernación, delegaciones de Ministerios. En cuanto a construcciones, el primer edificio correspondió al hospital del Seguro, se adecuó otra unidad de salud, se amplió el hospital Gustavo Domínguez, se construyó el Centro Forense, el ECU 911, el Instituto Kasama y el edificio de la Justicia. Se podría decir que algo de la multimillonaria inversión del Gobierno anterior le goteó a Santo Domingo, aunque se quedaron en ofrecimientos la Unidad del Milenio, la réplica del Julio Moreno, el nuevo hospital y la autopista que nos haría parecer a Miami.
El Municipio adquirió 25 hectáreas para destinarlas a un proyecto de comercialización y transporte, similar a lo que ahora se pretende con Chilachi To. El objetivo inicial fue cambiado a ciudad administrativa, para lo que se asignaron lotes a diferentes entidades públicas; allí está previsto que tenga su sede la Gobernación, el Consejo Electoral, el GAD Provincial, alguna dependencia municipal, la Casa de la Cultura, entre otras entidades. Son 10 años y todavía no tiene sede propia el Consejo Provincial ni la Gobernación y las sedes de los diferentes ministerios deambulan por edificios arrendados. Por fin se escucha que la Epmapa, a sus 30 años de existencia, anuncia la idea de construir su casa propia, lo que denota que salió de su etapa de postración permanente, con riesgo inclusive de desaparecer en la administración anterior, para acariciar un sueño de organizar sus dependencias y brindar un mejor servicio a sus usuarios.