XAVIER MORÁN FERNÁNDEZ
Este término es propio para aquellas personas que a base de engaños, astucias, mentiras, a veces con acciones deslumbrantes pero que llegan a ser meras ilusiones, logran conseguir un fin u objetivo específico, sin importarles de por medio si en el camino van atropellando o haciendo daño a sus semejantes.
Esta palabra tiene su origen en base a las obras y enunciados del filósofo político, diplomático y escritor italiano Nicolás Maquiavelo, considerado hoy en día como el padre de la política moderna. Quien a través de sus escritos y especialmente en El Príncipe, que es uno de sus más apoteósicos legados, dio las pautas de como gobernar y mantenerse en el poder a pesar de las dificultades o circunstancias que se puedan presentar; dicho sea de paso estos consejos sirvieron de mucho para que gobernantes de siglos pasados se hayan posicionado en el tiempo y la historia, escritos o consejos que en la actualidad muchos políticos y mandantes los siguen poniendo de manifiesto, sea en sus organizaciones o en sus gobiernos.
Realizo esta pequeña introducción estimados lectores, para entrar en concordancia y poder expresar que prácticamente fuimos gobernados en estos últimos 12 años por verdaderas mentes maquiavélicas, que hicieron y deshicieron con nuestro país mientras nos estuvieron gobernando, producto de lo cual estamos viviendo las nefastas consecuencias que son el fruto del despilfarro, las componendas y el tsunami de corrupción que Correa y sus secuaces dejaron sembrando; lamentablemente en esta actual administración siguen existiendo mentes maquiavélicas, que no tienen la envergadura de sus antecesores pero que lamentablemente nos siguen haciendo y causando daño.
Es loable el actuar hasta el momento de la Fiscal General Dra. Diana Salazar, gracias a ese ímpetu y voluntad de hacer que la justicia retome su concepto majestuoso en nuestro Ecuador, es que estamos de a poco descubriendo todo el entramado y las telarañas que dejaron tejiendo para no ser descubiertos, ojalá que los otros entes responsables de impartir justicia, cumplan con su rol y el compromiso con esta sociedad ecuatoriana, tan venida a menos por las nefastas administraciones que ha tenido.