Deuda pública

Pablo Balarezo

Después de haber manipulado, maquillado las cifras de la deuda, que no debe pasar del 40% del PIB, según, el artículo 124 del Código de las Finanzas Públicas, la verdad revela un récord, 70.000.000.00 millones, dinero del pueblo, que debe ser auditado. Nadie, absolutamente nadie, puede prohibir se conozca en que, se gastó y se gasta el dinero proveniente de lo recaudado por impuestos a los ciudadanos. Las evidencias del excesivo desfinanciamiento e improductivo gasto gubernamental requieren fiscalización, autorreflexión del gobernante, del ciudadano, y más, cuando encajan en el artículo 123 del Código de las Finanzas Públicas: Los endeudamientos de hasta dos años no serán considerados como deuda. Pero, la deuda sigue ascendiendo frenéticamente, y, en su momento habrá que pagarla, y, es la ciudadanía en general que, mediante severas tasas de impuestos llenará el vacío monetario de la patria: Detenida en su economía, sin ingreso de divisas, el IESS sin fondos para pagar a sus nuevos jubilados, al menos, la contraloría ya demanda al Estado el pago de la deuda a esta institución social de un país diseñado para dramáticos espacios corrompidos. ¡Qué vergüenza! Menos mal, que ya hablan de fiscalización, de auditoría de los recursos petroleros comprometidos para el pago de obligaciones contratadas, modo raudo para conocer responsables que, con descaro insultante formaron una organización delictiva para feriarse los dineros del pueblo. Hernán Pérez Loose afirmó: “Las evidencias son tan concluyentes, tan numerosas, tan graves y hasta tan grotescas, si se quiere, que el país sigue sin comprender el porqué del escaso número de acusados, de la lentitud de los procesos, y, sobre todo, de la lenidad de los cargos imputados a los principales responsables de ciertos casos”.