En general nos sentimos atemorizados frustrados e indignados ante los avances y la osadía del crimen organizado que, coincidencialmente con el libre ingreso de extranjeros, se ha instaurado en nuestro territorio. En esta ocasión, la víctima fue una dama de increíbles características humanas, mañana puede ser tú mismo el que sufra de estas agresiones que, muchas veces, terminan en la muerte. Mucho se habla de la delincuencia: asaltantes, carteristas, pungas, expendedores de droga, etc., que no se inmutan ante la presencia policial. Esta anómala situación ahuyenta, en forma notoria, la afluencia de turistas. ¿Cómo es posible que, conocedoras de estos hechos, las autoridades no tomen las medidas pertinentes?
Fabiola Carrera Alemán
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