El FMI y el Banco Mundial pronostican un crecimiento del PIB del 1.1 y del 1.5% respectivamente. Ambas organizaciones pronostica Nque el próximo año los porcentajes serán más bajos. El progresivo endeudamiento público y la excesivamente discreta reducción del aparato estatal están entre los factores que toman en cuenta. Otros son que el capital extranjero y las inversiones privadas se hacen a cuentagotas.
A este reportorio se añaden la falta del reglamento a la recientemente aprobada Ley Económica, el servicio de la deuda contraída, la preventa petrolera de antes y ahora, el fortalecimiento del dólar y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Inciden, además, factores internos como las próximas elecciones seccionales, la inextinguible corrupción y la violencia social.
El problema sigue siendo el desempleo y el empleo inadecuado, los problemas estructurales y la desconfianza interna y externa que de vez en cuando asoma la cabeza desafiante. Aunque se hable poco del asunto, cierta política populista que prevalece en no pocas decisiones y actitudes gubernamentales. Se añade a lo dicho el descenso de la credibilidad de líderes e instituciones.
Estos son los peligros reales y los enemigos a los que hay que vencer. El tiempo no está a favor de nadie y corre deprisa. Sin embargo, hay un elemento positivo por aprovechar: se respira cierto aire civilizado y pacífico en la sociedad, pese a los estertores del correísmo. Con esa “palanca” favorable también los ecuatorianos podremos mover el mundo. Pero, cuidado, esa palanca tiene vida limitada.
El horizonte es negro, la tempestad amenaza; trabajemos. Es el único remedio para el mal del siglo”. André Maurois Escritor francés (1885-1967)
Lo que es útil no tiene necesidad de seducir”. Yukio Mishima Escritor japonés (1925-1970)